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SPAM - Protectora de Animales de Mataró

Qué hacer si el perro no se comporta como esperas

La educación es tan importante como tener presente que un perro se tiene que cuidar y alimentar

Del mismo modo que cuando traemos un animal de compañía a casa, tenemos presente que lo tendremos que alimentar, que a lo largo de su vida nos supondrá unos gastos fijos en veterinarios (vacunas, desparassitació), que ocasionalmente se pondrá enfermo y que cuando sea vellet probablemente necesitará atenciones y alimentación especiales, hace falta que tengamos presente que hay que educarlo para evitar problemas de convivencia.

El primero que hay que recordar antes de sentirnos defraudados porque nuestro perro no se comporta como esperamos, es que nuestros perros no están viviendo en su entorno natural, más bien bien los colocamos en un ámbito ajeno a ellos y que, además, para acabar de ponerlos las cosas más difíciles, tendrán que lograr unas normas de convivencia variables que irán en función de las costumbres, rutinas, forma de vida y en torno al propietario que le toque en suerte, y de las variables y cambios de nuestra cotidianidad. El primero que hay que hacer es prevenir. Antes de coger un perro, pensamos en las líneas de comportamiento que corresponden al tipo de raza o mestizaje de cada animal, valorando si las tendencias o inclinaciones del perro que traemos a casa se corresponden al perfil de un perro nervioso, o tranquilo, dependiente o independiente, juguetón, serio... No nos dejamos traer ni por la medida, ni por la estética, sino por el perfil del animal. Sólo con esta precaución, ya nos evitaremos muchos problemas.

El segundo que tenemos que hacer es educar, informándonos mínimamente de las pautas a seguir para evitar futuros conflictos en función de nuestra realidad y en función del que esperamos del comportamiento de nuestro perro. No todos esperamos el mismo de nuestro perro: si vivimos en una zona más o menos aislada en la montaña, que el perro ladre cuando se acerca alguien, no sólo no nos supone un problema, sino que incluso lo podemos entender como una ventaja; ahora bien, si lo vivimos en un bloque de pisos con vecindad que, además, no es mucho amante de los perros, que el perro ladre demasiado a menudo puede suponer un problema grave.

Y finalmente, el tercero que tenemos que hacer es ser consecuentes con la responsabilidad asumida al traer un perro a casa: si no hemos sido basta habilidosos en la elige de nuestro perro, o no hemos sido basta eficaces en su educación y adaptación a nuestro entorno, antes de desesperar o deshacernos de nuestro amigo, hay que pedir ayuda a los especialistas: los etòlegs. Ninguna persona que estima su perro, dejará de traerlo a un educador canino.

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