Radares: la comunidad al servicio de la gente mayor

Crear una red entre los miembros de una comunidad (vecinos, comercios, entidades) porque puedan facilitar y ayudar en el día a día a la gente mayor de su entorno. Este es el objetivo principal del proyecte Radares, que se estrena en Mataró como prueba piloto en el barrio de la Llàntia después de que haya funcionado con bonos resultados a otros lugares como Barcelona. La voluntad del proyecto puesto en marcha por el Ayuntamiento de Mataró y su departamento de Bienestar Social apenas empieza a arrancar ahora, con reuniones con entidades y establecimientos que quieran participar.
 

La prioridad de este proyecto es reducir el riesgo de aislamiento y exclusión social de las personas grandes y poder mejorar los vínculos de este colectivo con su barrio. A la Llàntia actualmente un total de 547 personas de las 3.962 queviven que son más grandes de 75 años. De estas, un 24% viven suelas. Radares quiere integrar la acción de varios agentes dentro del propio barrio que, trabajando como una gran red interconectada, pueda dar cobijo a la gente mayor del suyo cercando para identificar posibles problemáticas o contratiempos en su día a día y poder ofrecer una solución.
 

Por eso se quiere tejer una red donde participan vecinos, comerciantes, voluntarios y profesionales de las entidades y servicios públicos para hacer un barrio más solidario con personas que pueden caer en riesgo de exclusión. El proceso es complejo y largo, a pesar de que la buena voluntadestá desde un principio. El que explican los técnicos de Bienestar Social es que todo el mundo puede ser un radar: una persona observadora pero respetuosa con la privacitat de las personas. "Sólo hay que estar atento a la dinámica de la gente mayor a quien conozcamos", explica Clara Roca, técnica del proyecto. "Un cambio en la rutina, de comportamiento o aspecto puede indicar que hace falta algún tipo de ayuda, y entonces sólo se tiene que poner en contacto con lo proyecto Radares", añade.
 

El primer paso de este proyecto, pero, es el de identificar personas grandes en riesgo de aislamiento, valorar su situación a nivel de dependencia, intervenir según las necesidades detectadas, sensibilizar el entorno y dinamizar la red para compartir conocimientos y hacer acciones conjuntas. Por eso, en esta primera fase se organizan reuniones con entidades, comercios y otros agentes del barrio para intentar identificar quién se puede beneficiar de este proyecto. "Tardaremos unos dos meses al tener los perfiles de las personas que pueden estar dentro de este proyecto, puesto que no contemplamos, por ejemplo, personas que ya reciben ayudas de Bienestar Social", añaden.
 

La acogida de este proyecto piloto ha sido espectacular. 25 comercios, desde forneries a peluquerías, restaurantes, farmacias o tiendas de ropa, se han apuntado para participar dentro de la red radares y ofrecer su mirada "respetuosa" con la gente que los rodea. A ellos se lossuman también varias entidades del barrio como puede ser la Asociación de Vecinos de la Llàntia, la Asociación de Gente mayor, la entidad Enlleura't, espacios públicos importantes dentro del barrio como la CABEZA de la Llàntia o inclús el departamento de relaciones ciudadana de los Mossos d'Esquadra.