«Este golpe lo he hecho algo menos dramático», comenta Raúl Capitani mirando uno de los cuadros que se puede ver a las instalaciones de Renacuajo desde jueves día 25. Son una docena de piezas agrupar bajo el título de Sombras Humanas, donde Capitani ha plasmado, a pesar de que sin quererlo explícitamente, imágenes de un mundo imaginario entroncadas perfectamente con la realidad donde aparece gente miserable, rodamons, olvidados...: «Más que rostros son grupos de personas que huyen, que quieren, que explotan... es que sin querer me invaden temas como la guerra, la injusticia y el Tercer Mundo», se justifica.
Artísticamente, en los cuadrospredomina el dibujo y los colores suaves, mientras que algunos también incorporan texturas con materiales sencillos como la madera o el alambre. No es quehaya un gran cambio con el que ha hecho hasta ahora -el que éldice expresionismo dramático– pero sí que ha tenido que reducir las dimensiones de sus obras, generalmente de gran formato, por encabir-las a las paredes de la sede de la revista. Raúl Capitani nació en Mendoza (Argentina) el 1941. Amante también de la literatura, estudió bellas artes y a partir de 1964 empezó a realizar sus primeras exposiciones, por las que le otorgaron premios en Mendoza, Buenos Aires, Mar del Plata, México y Chile. Haciendo gala de su gran sensibilidad e imaginación, Capitani ha ilustrado libros, dibujado cómicos, editado calendarios y participado en homenajes a escritores de la talla de Lorca, Neruda o Borges, entre otros. En la actualidad da clases de grabado a su estudio de Mataró, donde comparte con sus alumnos su pasión por el arte gráfico.
El hombre de la pintura directa
Raúl Capitani usa el método de la pintura directa –emparentado con el de la escritura automática, para entendernos– para crear sus cuadros. Coge una tela, lo llena de manchas y a vecesañade materiales. Entonces ve una forma que le sugiere un hombre y el peine. Después un perro, una familia, unas mujeres que hacen lavadero... y a partir de aquí surge el cuadro: «Es que sino lo hago así me aburreixo, cada día haciendo el mismo», explica. Este argentino afincat en Mataró desde 1979 ha sido un hombre que ha buscado siempre huir del academicismo imperante a las escuelas de arte, a pesar de que también se ha dedicado a la enseñanza. Esto le ha permitido conocer de cerca, gracias a otros profesores, los grandes vanguardies artísticas del siglo XX e ir incorporando elementos a su obra.
Exposición abierta hasta el jueves día 23 de octubre. Abierta en horarios de oficina.
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