Judd Apatow ha sido rápidamente proclamado como el nuevo rey de la comedia gracias a una serie de títulos -Virgen a los 40, Supersalidos, Lío embarazoso- que recogen la tradición de las comedias gruesas de adolescentes calientes, un tipo de cine que siempre ha tenido sus adeptos y que, periódicamente, busca y proclama sus nuevos referentes. Con una rápida trayectoria ascendente que incluye numerosas producciones y algunos títulos propios, parece que Apatow se ha sentido ahora bastante seguro como para lanzarse a dirigir una obra de cariz más personal y así lo ha intentado, con un decepcionante resultado, a Hazme reír. El mundo de la comedia y de los humoristas que Apatow conoce tan a fondo es el contexto de esta historia con tintes autobiográficos. Sin ir más lejos, el protagonista, Adam Sandler, fue compañero de estudios del propio Apatow, y a aquellos tiempos remite este film que pretende ser una gran historia de todo, pero que se acaba perdiendo en sus propias oscilacions e incertidumbres.
El protagonista de Hazme reír es un comediante de éxito al cual le diagnostican una leucemia que lo trae a plantearse muchos aspectos de su vida, entre ellos la carencia de amigos reales y la pérdida de su gran amor. Y erà en esta coyuntura cuando se cruzará en el camino de un joven humorista al cual le dará su primera oportunidad como guionista de monólogos y con el cual se establecerá una fuerte complicidad. Hasta aquí, Hazme reír mantiene cierta coherencia y el equilibrio justo entre el drama de la vida real y la comedia como una forma de afrontarla. Pero Apatow se reserva un extraño giro en el cual de repente gana pes el intento del comediante de recuperar su relación con una ex-actriz ahora convertida en una mujer casada y con hijos. Y aquí es donde la por ellícula se pierde en una tediosa deriva a la cual no contribuye ni el exceso de metraje (150 minutos) ni la poca distancia con la que Apatow se lo mira todo ello. Demasiado encantado de si mismo, de la historia y de los personajes, cae en el error más grande en que puede caer un comediante, que es reírse de sus propios chistes sin tener en cuenta al público. El que sale del cine pensante que algunos chistes dispersos no hacen una buena comedia, por mucho que su autoresté absolutamente convencido.
espaiisidor.blogspot.com
Comentarios