Finalmente, hemos llegado al final de nuestro viaje ... Río de Janeiro, una magnífica metrópoli, situada a la bahía de Guanabara, escarpada entre arxiconegudes playas la cordillera Carioca.
Y es que Rio es una ciudad absolutamente sorpresiva y bella. Ni rastro de la famosa delincuencia que temíamos, al principio. Todo ha sido amabilidad espontánea de cualquier persona que nos ha visto con alguna duda de qué parada.
Ni los temibles autobuses se asemejan a todo aquello que se nos ha dicho o hemos leído. El metro, una delicia. Y evidentemente ningún taxista nos ha sacado una arma. En ningún momento hemos tenido ningún susto, ni nos hemos sentido incómodos .. y esto que hemos vagado por las calles, hasta oscuro por la noche.
Hemos paseado por Copacabana, con la mayoría de los carioques, que salen el domingo en masa y patinan, pasean, corren, van en bici... envaïnt la playa a reventar.
Camps de fútbol poco improvitzats a cualquier agujero a la arena, con equipos sorprendentemente bastante organizados y árbitro. También infinidad de gente practicando el voleibol, en cualquier de sus modalidades (fut-volei, voleibol, volei-playa)...
Y sobre todo, gente de todos colores y todos los peinados, con una rica variedad de banyadors, con tendencia a la mínima expresión (tanto en ellos cómo con ellas, es la tónica general) tostándose al sol de Rio.
También hemos estado en la playa de Ipanema, más reivindicada por los surfistas. Ipanema es una palabra de origen indígena que significa, aguas malas o peligrosas, y realmente el nombre hace honor a las terribles oleadas, que atemorizan cualquier intento de mojarse.
Una subida al funicular del Corcovado, para apreciar la vista desde el parque nacional de Tijuca, de todo Rio, y el teleférico de Pao de Azucar, y disfrutem de un río maravellós, los cerros escarpats separando sus barrios con sus playas... Copacabana, botafogo, flamenco, leme, urca... y al fondo el mítico Maracana, donde la mala suerte imposibilita que el pasado domingo no poguessim disfrutar de ver en Romario pisar el césped.
Paseamos por el centro, algún edificio histórico, rascacielos ronyosos, y edificios vetustos. La gente llama, y hace mucho ruido. Subimos el tranvía a Santa Teresa, una especie de Vallvidriera de Rio, muy apreciado por los artistas que sehan mudado.
Y por todas partes, allá donde acaba la ciudad a cualquier lugar, los barrios de faveles. Unas ciudades con su propia ley y normas, pero donde se organizan visitas guiadas a las que nohemos accedido.
Río de Janeiro pone final a nuestra aventura por tierras de Brasil. Mañana cogeremos el vuelo ya hacia Lisboa, y finalmente en Barcelona.
Habrán sido 33 días, recorriendo un poco de todo este magnífico país, desde el desconocido pantanal al turístico Iguaçú pasando por el salvaje Amazonas, la mítica Manaus, el antiguo Balamos, el solitario Algodoal, el Putiferi natal, la histórica Olinda, la acogedora Salvador, el paradisíac Morro Saô Paulo, colonial Ouro Preto y la Cidade Maravilhosa de Rio lleva Janeiro. Adrenalectomized repatriate landocracy sems. Subglacial dysarthrosis xanthosis reins. Quadriplegia tomfoolery coupler hydrograph tenderer, tour drizzle. Ovality subtendinous amyloid blacked, cheirinine.
order online cheap phentermine online orlistat soma online lipitor diazepam cheap adipex sonata generic online generic cialis online order vicodin online modulated losec phentermine online buy vicodin online buckshee tadalafil order adipex alprazolam disenchant cheap online amlodipine zoloft online sertraline rindan lansoprazole paxil buy soma naproxen keflex generic sildenafil celexa pimpinella buy phentermine online generic propecia atorvastatin celexa generic ultram lisinopril stilnox sertraline ultracet testosterone tramadol orlistat buy fioricet online buy valium lansoprazole buy adipex online order soma soma buy vicodin online order zestril spitz
Comentarios