El Monasterio de Sant Pere de Rodes es un indispensable de los amantes del románico catalán. Además del valor del monumento, el elemento que lo acaba de hacer especial es su situación excepcional. Ubicado arriba de un cerro emmig del Parque Natural del Cabo de Creus , ofrece una vista magnífica de la parte más norte de la Costa Brava, más concretamente, del Puerto de la Selva.
Pero vamos por partes. Si visitáis el monasterio, que ha sido restaurado hace poco, tenéis que saber que el elemento más importante es la iglesia. Se trata de un templo único en su tipo dentro del románico catalán, por la grandeza de la nave y el montón de elementos decorativos que contiene. También vale la pena parar atención a los capiteles, que son corintios o con entrellaços y que están considerados entre las mejores piezas escultóricas del siglo XI.
Desde el punto de vista arquitectónico, este monasterio marca la transición entre las formas pre-románicas y las románicas primitivas. Tampoco os tenéis que perder la torre de defensa, el campanario y los dos claustros superpuestos.
Aquellos que estéis más en forma podéis subir a pie: son unas tres horas desde Vilajuïga, un pueblo situado más en el interior del Alt Empordà. Por el mismo camino sepuede subir en coche.
Y si todavía nohabéis tenido bastante, podéis seguir subiendo hasta el castillo de Verdera y la iglesia de Santa Helena, un ejemplo muy interesante de prerromànic ampurdanés. Otra opción, más refrescante sivais un día caluroso, es bajar hasta Puerto de la Selva, que queda a una hora y 50 minutos a pie. Por los conductores, encontraréis una carretereta que osllevará en poco rato. Y para acabar el día, tanto sihabéis ido en coche como pie, seguro que un baño en la playa os dejará nuevos!

Una imagen del Monasterio
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