Sant Jordi con cambios

La Fiesta de Sant Jordi va más allá de las paradas de libros y rosas a la calle, ingredientes principales pero no únicos de una fiesta que en Mataró cuenta con un amplio programa de actas. Bailes, pasacalles, castellers, espectáculos de fuego, lecturas poéticas y grupos de animación infantil conforman, entre otros, esta variada oferta. Este año el IMAC ha decidido introducir varias novedades, como por ejemplo un baile popular con orquesta la noche de sábado, a la plaza del Ayuntamiento, y dos propuestas para el público familiar, también durante el fin de semana previo a la Fiesta y con la plaza de la Muralla como protagonista. Todas estas nuevas ideas son de agradecer. El problema es que sirven para compensar una pérdida importante dentro de este programa de actas, el Libro Gigante de Cuentos. Esta iniciativa, promovida por la IMAC y el COPP con subvención municipal, hacía 35 años que se celebraba ininterrumpidamente por Sant Jordi. La carencia de entente entre las entidades y el Ayuntamiento en el aspecto económico ha propiciado que este año deje de celebrarse. Más allá de los motivos y de quienes tenga razón, parece bastante claro que ha carecido mano izquierda y voluntad de diálogo entre los diferentes agentes implicados. Seguro que se habría podido encontrar una alternativa más allá de la suspensión. A pesar de ser un acto pequeño y sencillo, el Libro Gigante de Cuentos es un patrimonio de la ciudad, un disparo característico del Sant Jordi mataroní. A pesar de algunos intentos surgidos para recuperar el espíritu de este acto, promovidos a título indivual por artistas de la ciudad, dejar perder 'El libro gigante' de la manera como se ha hecho atenta contra un elemento identitario de la fiesta y, de retruque, de la propia ciudad.

Comentarios