Joan Salicrú

Setecientas personas se animan a participar a La Marxeta de lo Agrupo

La caminata popular se paseó por los alrededores de Sant Iscle de Vallalta

Unas setecientas personas disfrutaron ayer domingo día 27 de los amarillentos paisajes de otoño de la zona de Sant Iscle de Vallalta en el transcurso de la Marxeta de la Agrupación Científico-Excursionista, que llegaba a su XXIX edición. Muchos de ellos eran familias con criaturas pequeñas, que por lo tanto se lo cogieron con calma, pero tambiénhabía gente mayor, hasta la septuagésima. "Es una salida muy familiar, de tono excursionista, siempre por montaña. No es una cursa sino una caminata popular", ha explicado Pere Tió, uno de los organizadores, de lo Agrupo.

Los participantes pasaron por parajes como el bache del Oradella, un paisaje que aseguran que permite sentirse en medio de la Garrotxa sin moverse del Maresme. También visitaron las fincas Mujeres de Agua y Can Oller -de finales del siglo XIX, con jardines, surtidors, estancos y pescados-, Can Vives de la Cortada -una de las grandes propiedades del Montnegre- y atravesaron uno de los últimos campos de maduixers que quedan en la comarca.

El frío y el viento que hacía ayer rebajaron un pelo la participación, pero aún así la Marxeta sigue siendo un acto multitudinario, como se pudo ver. Tan la salida -a las ocho de la mañana- como la llegada -entre doce y dos del midgia- estuvieron en el área deportiva de Sant Iscle de Vallalta, donde se llegaba con coches particulares. Entre los asistentes se pudo ver por ejemplo el exalcalde de Llavaneres, Josep Ferrer.

La Marxeta es uno de los dos events que organiza lo Agrupo en invierno, la otra es la Marxassa, que tiene lugar en octubre y es una de las denominadas caminatas de resistencia. La primera tiene la particularidad que cada año se hace a un lugar diferente y en que se busca también recuperar la toponimia de los lugares.

Este año el cartel, obra de Albert Alís, ha tenido mucho de éxito y fueron diversas las personas que a finales de la semana pasada se acercaron al local del Callejón para pedir un ejemplar. En la línea de Las Santas, es tradición requerir cada año los servicios de un artista local por ilustrado la caminata. Una reproducción del cartel se dio a cada uno de los participantes al acabar la caminata.

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