El Sindicato de Vivienda de Mataró es una de las cerca de treinta organizaciones del movimiento por la vivienda que han firmado un manifiesto conjunto en el que denuncian "el aumento de la represión" policial y judicial contra los activistas. En el texto, cargan contra el "macrodesahucio" que tuvo lugar en el barrio del Raval de Barcelona el pasado 21 de febrero; la ejecución "sistemática" de desalojos con grandes despliegues policiales en Ciutat Vella o en municipios del Maresme; las peticiones de "décadas de prisión" para los acusados en el caso de Olzinelles, en el barrio de Sants, o la "militarización" del desalojo del Kubo y la Ruïna. "La conclusión es que los sindicatos cada vez tenemos menos margen para hacer política y defender nuestros derechos y libertades", lamentan.
El Sindicato de Vivienda de Mataró nació en el año 2021 para luchar contra la especulación inmobiliaria en la ciudad. Se trata de una organización similar a la del conjunto de movimientos de activistas en defensa de la vivienda social y asequible. Además de llevar a cabo asambleas semanales, el Sindicato realiza acciones como concentraciones para detener desahucios o la ocupación de espacios públicos y privados de manera reivindicativa.
A lo largo de estos años, el Sindicato ha protagonizado diversos actos de protesta muy sonados, como la ocupación durante meses de la antigua escuela Menéndez y Pelayo (que acabó siendo desalojada en el verano del año 2022), o de manera puntual de Servicios Sociales, generando una agria polémica con el Ayuntamiento. Dos de sus integrantes fueron detenidos el año pasado en una concentración contra un desahucio en Rocafonda, donde los manifestantes arrojaron harina a los Mossos d'Esquadra.
Más multas y condenas Según denuncian desde el Sindicato y el resto de organizaciones firmantes del manifiesto, cada vez se imponen más multas contra los activistas, así como más condenas. "La ofensiva económica contra las condiciones de vida, impulsada por la crisis capitalista en curso, siempre va acompañada de una ofensiva política y cultural cuyo objetivo es reducir el margen para luchar por la mejora de nuestras condiciones de vida", aseguran.
Con todo, las organizaciones que han firmado el manifiesto hacen un llamamiento a "reforzar la unidad" del movimiento por la vivienda. Entre las cerca de treinta entidades firmantes, se encuentran el Sindicato de Inquilinas de Cataluña, los sindicatos de vivienda de Poble Sec, Badalona, el Eixample, Mataró, Nou Barris, el Raval o Reus, así como la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de Lleida, Sabadell o el Bages.[banner-AMP_5]