Diversos sindicatos de vivienda de barrios y municipios del área metropolitana de Barcelona se han unido en el Sindicato de Vivienda Socialista de Cataluña (SHSC) para reivindicar vivienda gratuita, universal y de calidad. La nueva entidad pretende luchar contra los desahucios y la especulación inmobiliaria, y considera que para hacerlo se debe “superar” la actual sociedad “capitalista y de clases”. Los impulsores consideran que los actuales sindicatos de vivienda pueden estar supeditados a fuerzas políticas que en la práctica no solucionan el problema, y no les quieren “deber nada”. Los sindicatos que se han unido son los del Raval, el Casc Antic, el Eixample, L'Hospitalet de Llobregat, Mataró, Baix Maresme y Baix Llobregat.
Los impulsores admiten que el objetivo de conseguir vivienda gratuita para todos y de calidad es “irrealizable” si no se “supera la sociedad de clases” y por eso apuestan por construir una sociedad socialista. Así, aseguran que en Barcelona hay 75.000 viviendas vacías y han advertido que el sindicato pondrá a disposición de la gente vulnerable todas las casas que considere necesarias sin “pedir ni permiso ni perdón”.
La unión de varios sindicatos de vivienda locales pretende “acumular fuerzas” tanto en la calle como organizativamente y quiere dejar de lado lo que les parece “una deuda constante” con determinadas formaciones políticas a las cuales hasta ahora, dicen, algunos sindicatos de vivienda no querían “generar malestar”.
Insertado en el Movimiento Socialista
El nuevo sindicato de vivienda tiene alcance nacional y está insertado en el Movimiento Socialista catalán. En un manifiesto leído delante de la Cámara de la Propiedad Urbana de Barcelona, aseguran que en un contexto de elecciones al Parlamento de Cataluña, los programas electorales de los partidos de izquierdas “se llenan de promesas vacías para resolver la crisis de la vivienda, una de las cuestiones protagonistas de la campaña electoral”. El SHSC surge para “oponerse de forma clara y contundente a los intereses de los propietarios y defender el acceso universal y de calidad a la vivienda, con una propuesta para superar la impotencia de los partidos de izquierdas y las medidas legislativas incapaces de revertir la subida histórica del alquiler”.
Los sindicatos que participan en esta unión han hecho pública su adhesión al Proceso Socialista en los últimos meses, como culminación de una serie de debates en los que se ha valorado la situación de la vivienda en Cataluña y el contexto general de más de 3,5 desahucios diarios en barrios, pueblos y ciudades, “de aumento descontrolado de los precios del alquiler, y de represión al movimiento por la vivienda, con más de un centenar de personas represaliadas que se exponen a multas y penas de prisión por defender la vivienda de las trabajadoras que se ven expulsadas de sus casas”.
Este sindicato estará abierto, como lo han estado hasta ahora los sindicatos locales que lo conforman, a toda persona que tenga problemas con la vivienda, ya esté alquilando, ocupando, o pagando hipoteca, con recursos legales y organizativos para aquellas que resisten ante las expulsiones forzosas. El sindicato nace también en pleno proceso de debate del Segundo Congreso de Vivienda de Cataluña, donde se seguirá participando con el resto de organizaciones que conforman el movimiento por la vivienda catalán.
El sindicato se presenta como un “sindicato de clase” y fuera de la influencia de partidos y administraciones. Así, el sindicato está abierto a cualquier persona independientemente de su ideología, procedencia y de donde viva. Solo hace falta que viva en una vivienda de la que no sea propietaria y esté afectada por el aumento de la hipoteca o el alquiler, o tenga problemas con un posible desahucio o el pago de los suministros.
El SHSC considera que los dos grandes problemas de la vivienda en Cataluña son el ‘lobby’ inmobiliario y la “clase media rentista”, que mantienen un consenso, junto con todos los partidos políticos de respeto a la propiedad privada y el mantenimiento del mercado libre de viviendas y los beneficios inmobiliarios, además de “sofocar” por la fuerza policial o posponer las quejas vecinales. De hecho, consideran que las últimas iniciativas legislativas en materia de vivienda tanto en Cataluña como en el Estado español no sirven para resolver el problema, sino que lo “cronifican”. Por eso, aseguran que no se fían de las promesas parlamentarias y no confían en las “políticas burguesas”.
El próximo 25 de mayo el nuevo sindicato se presentará al gran público en un acto en el Raval, donde hará balance político y explicará su programa.
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