La ropa ancha de colores, los pantalones acampanados, las flores, los colgantes y las cintas ligadas al frente serán unos de los protagonistas de Carnestoltes de este año. Y es que los chicos y chicas del esparcimiento Rabadà incorporarán la esencia del movimiento hippie al Desfile de Carnaval con su comparsa, devolviendo la ciudad a la década de los sesenta por una tarde.
Este es el cuarto año consecutivo que los chicos y los monitores del esparcimiento Rabadà, entidad que trabaja con personas discapacitadas, participan al desfile. El año pasado sus disfraces de piratas fueron premiadas por el jurado del desfile con un accèssit, pero, tal como señala Anna Moragas, coordinadora del esparcimiento, el objetivo no es ganar ningún galardón: Nuestra intención es pasárnoslo bien, pero también tenemos en cuenta que participar al desfile es una forma de integrarnos en la ciudad. No vamos a ganar pero, si se da el caso, será una doble victoria, comenta.
Como cada año, los monitores propusieron el tema del disfraz por este Carnaval. Según Marta Ruiz, otra de las coordinadoras, todos los grupos que se reúnen los sábados en la tara al esparcimientoestuvieron de acuerdo y se animaron enseguida con la idea. Incluso decoraremos nuestra furgoneta con flores y miraremos de instalar unos altavoces con música para traerla a la comparsa. Encontramos que se adiu mucho con la estética hippie, explica Ruiz.
Falta una semana por el desfile y hace dos sábados que los chicos, con el apoyo de los monitores, trabajan en los disfraces. Algunos grupos han avanzado más el trabajo que los otros. Los Cascabeles, las Manzanas y los Marxosos ya han teñido las teles de sus ponchos de colores y hoy dedican la tarde a elaborar la decoración de la furgoneta: recortan hojas de papel de seda para simular los pétalos y cada chicoengancha unos cuántos a la cartulina. La música los acompaña para hacer el trabajo más entretenido. Con Laia -una de las monitores- a la guitarra, se suceden varias canciones populares que van desde el Solo Solet hasta Stand By Me. En la sala del lado el grupo de las Chispas miran de terminar los disfraces, confeccionando la ropa que añadirán a sus pantalones para imitar las campanas de los sesenta. Un golpe acabada el trabajo, en Rogelio se pone el disfraz acabado para mostrarla todo cofoi a sus compañeros. Los Brujos, en cambio, todavía no han puesto las teles a los cubells con el agua y el tinte, de forma que no se pueden entretener ni un momento.
Las familias de los chicos colaboran en la confección de los vestidos, pero también han ayudado las coordinadoras a conseguir el material por los disfraces: tela, collares... De hecho sólo hemos tenido que comprar los tintes por los ponchos, asegura Anna Moragas. Se trata, pues, de unos disfraces sostenibles y, sobre todo, sencillas de hacer. No hemos dedicado más tiempo de la cuenta a los disfraces porque no queremos cansar los chicos, explica Marta Ruiz.
A pesar de que el proceso de elaboración de los vestidos es bastante divertido, donde los chicos y chicas del esparcimiento se lo pasan mejor es al desfile. Al desfile son los protagonistas y ven el resultado de todo el trabajo:van encantados, comenta Anna Moragas. Este año quizás se divertirán más que nunca, porque durante su paso al desfile cantarán una canción y todo. Somos los hippies del esparcimiento Rabadà..., empieza la tonada. Los que quieran descubrir el resto de la letra se tendrán que esperar hasta sábado 25 por la tarde, cuando los chicos del Rabadà pasearán su flower power por el Carnaval de Mataró.

Dos momentos de la sesión de trabajo del esparcimiento Rabadà, el pasado sábado por la tarde.
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