El año pasado celebró su centenario pero, aún así, no ha crecido ni un palmo. Más muy dicho, un palmo es todavía su estatura. A pesar de todo, su altura no es ni mucho menos su principal virtud. Los que lo conocieron destacan su ironía, su popularidad y simpatía y, por encima de todo, su particular manera de ver el mundo.
A partir de hoy jueves, día 10, los mataronins y mataronines tienen la posibilidad de conocer En Patufet, una de las publicaciones más emblemáticas de la Cataluña de inicios del siglo xx, a través de la exposición itinerante En Patufet: cien años. Imaginario, cultura e Industria que acoge la sala de exposiciones de Caja Laietana. La muestra, organizada por Caja Laietana y la Fundación Cataluña y Territorio, con la colaboración del Instituto de las Letras Catalanas, reflexa la importancia de esta publicación semanal, surgida el 3 de enero de 1904 y que en pocos años se convirtió en un fenómeno periodístico, social, cultural y literario. Sólo los problemas de la guerra civil evitaron su expansión.
Que por qué me gustaba? Porque era catalán, era el nuestro!. Miquel Rovira, de 85 años, se mira con pasión el Virolet un suplemento ilustrado de En Patufet que se editó entre 1922 y 1931. Me los compraba todos, sin excepción, afirma Rovira. Muchos de los asistentes en el primer día de la exposición miran con pasión el semanario, convertido, de hecho, en el primer espacio de comunicación en catalán. Y es que En Patufet, a pesar de que tuvo una corta vida el último número fue publicado en 1937, en plena guerra civil-, contribuyó a la profesionalización de escritores y de ilustradores y modernizó las formas de edición y de consumo literario. En Patufet es una figura entrañable, todos lo conocemos y es un valor de la cultura popular catalana, ha destacado el patrón de la Fundación Cataluña y Territorio, Josep Maria Subirachs. Subirachs, que ha presidido el acto de presentación de la exposición, ha resaltado el valor de la muestra y ha invitado a todo el mundo a conocer una parte del tejido social catalán.
Además de explicar las cuestiones técnicas de la revista, el contenido y la historia, la exposición permite hojear las primeros páginas de un calendario del conocido personaje, una selección de chistes de los diferentes dibujantes y observar un número entero de la primera época y un número de la última. Precisamente, Carme Eroles repasa de arriba abajo una de estas publicaciones. De pequeña siempre me los leía en casa, ahora intento que mi hija seenganche, dice en referencia a Núria Solé, que acaba de hacer dos años. El más sorpresivo, pero, es el amplio debate quehubo entre defensores y detractores del personaje, considerado como "avantugardista" por unos y "impropio" por los otros. Además, la muestra recoge de forma paralela un audiovisual con imágenes del cuento popular, elaborado también por Caja Laietana.
A pesar de todo, no todo el mundo conoce el más pequeño de los personajes de cómico. No lo conocía pero cuando llegué a Cataluña me entusiasmó, explica Miquel Calero, de 65 años, quienes se lee la primera edición de arriba abajo. Gracias a él aprendí catalán, añade. Integración a través de los dibujos más sencillos.
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Un concurso por los más pequeños
Por otro lado, Caja Laietana ha organizado un concurso de cuentos cortos donde pueden participar los que tienen de 10 a 16 años. El jurado adjudicará tres premios a todos aquellos trabajos que destaquen por su originalidad. Los trabajos se tendrán que entregar antes del próximo día 25 de noviembre.
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