Joaquim Montserrat

Tastet de comentarios en motivo del referéndum

Inicialmente me mantenía poco participativo en el Referéndum sobre la independencia. Me decía que ya tenía basta trabajo. La decisión de Enric de implicarse a fondo, que los organizadores me pidieran gestiones puntuales y que la acción tuviera una fecha clara de caducidad, ayudó a que meenvolviera. Acabé convertido, como tantos otros, en una urna ambulante para pedir el voto por avanzado. Y después, incluso pusimos algunos días, pocos, una mesa de propaganda y recogida de votos en una zona cercana a una barriada con mucha inmigración reciente. Sortosament muchos han hecho mucho más que yo, pero estoy contento de mi gra de arena. Nunca una acción popular ha conseguido reunir tantos voluntarios, tantos días y con tanta unidad!

Uno de los primeros días invité Roser a votar y, de entrada, me dice: quién gobernará cuando tengamos la independencia? –El que gane las elecciones, quién si no? -Como por ejemplo, oi? No creo en la Democracia, al menos con la de aquí. No veo políticos dispuestos a regirse por la legitimidad, si no para aprovecharse de la legalidad, ni capaces de “Poner a raya” los fanáticos... Y no me hagas votar No a la independencia de mi país-. Entonces recordé que, hace tiempo, me había explicado los graves problemas que al 36 había sufrido su familia.

A la mesa cerca de la barriada pasan muchos magribins y mucho sur-saharianos. Están, en general, contentos que los des propaganda y que los invites a votar. Algunos dicen que ya han votado a la mezquita, otras no tienen papeles, otros no entienden el catalán, pero sonríen agradecidos. Normalmente las mujeres recogen el papel, sonríen y marchan. Pero también, algunos y algunas, votan con convicción.

Sentados en unos bancos hay un grupet de personas de la primera inmigración, la española. Invitados, no quieren votar. –Estos negros y magribís votan porqué los engañáis. No saben nada. –Si ustedes lo tienen claro, voten. El referéndum es para saber qué piensa la gente sobre esta importante cuestión. Pueden votar que NO, se los decimos, pero no se mueven. –Hace 46 años que vivo en Mataró. Aquí se me ha tratado bién, aunque tuve que trabajar muchísimo, pero a estos los políticos los estais mimando. Pueden vivir sin trabajar, solo cono ir a llorar al Ayuntamiento. En mí bloqueo hay uno que se ha comprado un coche cono los vales que le dan las asistentas sociales. Y todo el día se lo pasa sentado en el portal. Eso tendrías que arreglar. –Otro nos dice: yo votaré si primero ustedes votan a favor de los toros. –No votan, pero no hay ningún reproche, ninguna tensión. Unos días después del Referéndum vuelvo a pasar por allá y se levantan y me preguntes cómo ha ido la consulta y si estamos contentos del resultado.

Pasa un inmigrante, ya grande, que tiene una tienda en el barrio. Le pido que vote. Queda parado. Reflexiona. Coge las dos papeletas y el sobre y dice que lo tiene que consultar con la familia. A la cabeza de un buen rato vuelve con los abre pleno y cercado. –La hija me ha dicho que podía votar y la nieta que debía votar. Después pasarán ellas. –Y vuelve la papeleta que no ha usado. Es la del NO.

Ahora es un joven que está trabajando en una tienda. Está contento porque quería votar y no sabía donde hacerlo. –Qué lección a estos de Madrid. Eso sí que es dar facilidades porque la gente vote. Que aprendan a sacar partido de las nuevas tecnologías...

Hagamos una consulta sobre la independencia. Quiere votar? -¿independencia? Tenemos que estar unidos. La unión hace la fuerza. –Este incluso parece un poco enfadado, pero otros: voté a la Rambla. –Pues yo quiero ir el día 20. Me hace gracia!

Se acerca una pareja grande, conocida de vista. –Nosotros no votaremos porque somos federalistas como en Duran. –Los de Unión son confederales, que es pacto entre naciones soberanas.... pero ya lo tienen decidido y pasan de largo.

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