Terquedad o pacto?
El Ayuntamiento de Mataró, está como casi todo el mundo. Sin recursos para hacer inversiones, endeudado hasta las cejas, con graves problemas de tesorería y una parte de la ciudadanía subsistiendo precariamente. Podemos añadir los problemas heredados de difícil solución y algunas hipotecas sociales y urbanísticas que no invitan al optimismo. Todo y con esto, la terquedad al intentar encontrar el desllorigador de todo con la colaboración de todos es uno de los activos delactual gobierno, a pesar de la frustrada propuesta del Pacto de Ciutat. Todo y las críticas que recibe, no parece que se pueda tildar de sectario a quien mantiene en cargos de confianza o denomina otros alejados de la órbita partidaria en puntos claves de la administración municipal.podemos poner nombres y apellidos, pero me limitaré a decir que a los desaparecidos Institutos municipales de Cultura, Deportes, Educación, Promoción Económica y a las dos principales empresas municipales se puede confirmar. Son más de dieciocho meses de un gobierno en minoría que ha hecho manso y mangas para aprobar presupuestos, ordenanzas y normas urbanísticas, necesitando siempre un amplio acuerdo para superar estrecheces económicas, optimizar recursos y limitar gastos. Todo en contra por quien no tenían experiencia de gobierno - nadie nace enseñado -, y que han comandado la ciudad en una situación de crisis muy delicada. No ha sido pues un buen momento por el cambio que hacía años anunciaban, pero a pesar de trabas, criticas, quejas y sustos seestando saliente. Los que antes mandaban, me refiero a los socialistas, han probado en la oposición sin que hayan encontrado el lugar ni hayan articulado ningún discurso alternativo viéndose arrastrados por las propias hipotecas de los últimos años de mandato. Ahora, con la sentencia del TSJC declarando nulo el plan de mejora urbana de Can Fàbregas que pone en entredicho la viabilidad de la llamada locomotora comercial, hay la oportunidad de iniciar una nueva etapa de más colaboración, en un año que será tanto difícil como los anteriores, en el que habrá que racionalizar todavía más el gasto municipal y en que la situación económica de la ciudad se puede agravar. No hay tiempo para dar más vueltas. Hace falta un acuerdo programático amplio y plural y un gobierno municipal con más fuerza y autoridad que sea una ayuda y no una traba a que la sociedad mataronina pueda salir del callejón sin salida. En Mataró, CIU ha pasado por la experiencia de gobierno y el PSC conoce el pan que se mujer a laoposición y el que supone abandonar la esfera propositiv con los peligros que hay al construir una alternativa desde una oposición radical que sólo los puede hundir en la mediocridad. Ambas fuerzas tienen que dialogar más en la segunda parte de este mandato y ver incluso que más allá se previsible que el consistorio mantenga la actual pluralidad. El papel de PSC y CIU en Mataró, aunque sólo sea por razones aritméticas, es y será determinante, dado que los resultados electorales no dejan lugar alternativo sobre donde hacer la elige de posibles socios. Ahora ya saben que elllamado pacto de ciudad es imposible. El PP mataroní ha decidido ser la voz del españolismo más tronat, actuando como sucursal del que le dicen desde fuera y compitiendo con las posiciones duras, xenófobas y fascistas de PXC. IC y la CUP, han optado para competir haciendo una oposición legítima pero radical y por lo tanto no parece viable su participación en un acuerdo de gobierno, sin a que ixò suponga renunciar al diálogo con unos grupos en el que se pueden llegar acuerdos puntuales. En Mataró, si se quiere un gobierno fuerte pero sobre todo útil, sólo queda el pacto entre CIU y PSC, que se podría ampliar en próximos mandatos, si elelectorado decidiera el regreso deERC. El nuevo contexto puesto electoral catalán, lo hará necesario en muchos ámbitos institucionales para asegurar la defensa del estado del bienestar y elejercicio del derecho a decidir. Se hora pues deabandonar la terquedad para escoger el camino de la colaboración y el pacto.
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