Mohsin Abdi trabaja de camarero desde hace 15 años al restaurante Cae Grillat de la calle de en Pujol. Él es marroquí y vino de Tánger, su ciudad natal, en 2001. Allá era músico, tenía una orquesta y cantaba en fiestas y celebraciones, combinándolo con el trabajo diario de taxista. A pesar de que tenía una vida estable en Tánger, un conocido suyo le propuso ir a trabajar en Madrid y dedicarse a la música. Mohsin aceptó pero el destino le dio una vuelta de 180º.
"El chico se suponía que me estaba esperando allá pero, antes de coger el autobús desde Algeciras, truqué y no me cogió el teléfono", recuerda y explica que "entonces truqué a otro conocido mío que vivía en Mataró, a pesar de que yo no sabía ni donde estaba esta ciudad, y aquí vine. Hasta hoy!". Enseguida encontró trabajo en la Madriguera Grillat, primero lavando platos, después a la cocina y finalmente como camarero. "Me he olvidado de la música, sobre todo porque el horario del trabajo tampoco me lo permitía, la vida se me giró completamente y mi destino era quedarme aquí", asegura. Además, a la cabeza de dos semanas conoció a una chica que le propuso ir a vivir a su piso. Actualmente es su mujer y ya tienen un hijo.
Te adaptaste bien?
No me costó nada. Son países y culturas que no tienen nada a ver, pero me adapté muy bien con la gente de aquí, las costumbres y las fiestas. Siempre he sido muy dispuesto a comunicarme con la gente, que es muy acogedora, y nunca he tenido problemas de choque cultural. También hay que decir que nadie me ha hecho ningún favor y que te lo tienes que currar, aprender y mejorar cada día si quieres adaptarte. Hago la vida de un mataroní más.
Qué te sorprendió al llegar?
Siempre piensas que llegarás aquí y lo encontrarás todo muy fácil, la vida de color de rosa como dicen. Pero si no te esfuerzas, esto no pasará. Tienes que trabajar y sufrir como todo el mundo para llegar a tener un nivel de vida digno. Por otro lado, antes, para mí, Cataluña formaba parte de España y bastante pero, cuando llegué, vi que es otro mundo. Otro idioma, otra cultura, otras costumbres... Muy diferente del que pensaba.
Qué diferencias has notado respecto a la vida en Tánger?
Entre Barcelona y Tánger es un cambio muy brusco. Barcelona es de las mejores ciudades de Europa y Tánger tiene historia y tenía prestigio pero no se puede comparar. El que sí que puedo decir es que Tánger es una ciudad muy atractiva y muy mediterránea. La gente es elegante, abierta y muy interesada en las culturas, sobre todo la española.
Que te gusta de Mataró? Y que mejorarías?
El mar, que me encanta. A nivel de ciudad me gusta todo, no cambiaría nada. Además, desde el día que llegué y hasta ahora he visto que la ciudad ha mejorado muchísimo. El que veo es que los mataronins son un poco cerrados de carácter, no se abren a la primera de cambio y los cuesta un poco relacionarse.
Qué echas de menos?
Yo vine solo y dejé allá toda mi familia y mi mundo. Intento volver de vez en cuando para ver la familia y los amigos. Echo de menos el ambiente, la ciudad en sí y sus fiestas. Allá las celebraciones son totalmente diferentes, son muy familiares. El que más me gusta es aquella reunión familiar, aquella calidez y lo añoro mucho cuando llega una fecha importante.
Tienes previsto quedarte aquí?
Mi corazón y mis raíces sueño ajo``a pero me siento más mataroní que tangerí y nunca me he planteado volver. Mi vida es aquí, la casa, el trabajo y la familia con mi hijo, que es mataroní. Aquí es donde vivo y donde me gano la vida. Cuando llego en coche en Barcelona y veo la ciudad de lejos ya respiro tranquilo porque siento que estoy en casa.
Comentarios