E. Castarnado

Todos con el ay al corazón

Más de un centernar de solicitantes asistieron ayer nerviosos al sorteo de los pisos de promoción pública de los sector de Can Xammar

Los catorce pisos de promoción pública del sector de Can Xammar ya han sido adjudicados a sus futuros propietarios. Ayer por la tarde tuvo lugar al Instituto Miquel Biada el sorteo público para decidirlo, donde más de un centenar de asistentes esperaban nerviosos la selección.

El sorteo, que coordinó el presidente de Prohabitatge, Genís Bargalló, va necesitar de una mano inocente que cogiera los números afortunados. César Fernández propuso para esta tarea el único niño de toda la sala, el cual después de una primera negativa acabó saliente entre los aplausos del público.

El sorteo de las dos viviendas de la calle Hospital fue el momento de más expetació de la sesión, puesto que se habían presentado ochenta y ocho sol·licituts para los dos únicos pisos disponibles. Gran parte de los solicitantes a estas viviendas eran jóvenes, puesto que según comentaban algunos de ellos, era la única modalidad en que no se exigía un núcleo familiar de tres personas. Cuando Fernández nombró los dos ganadores, la sala se llenó con el rumor de resignación de los presentes, que enseguida abandonaron el aposento. Una de las afortunadas, Victoria Fernández, no se podía creer que hubiera tenido tanta suerte: “Estoy una muy emocionada que me haya tocado a mí!”. Fernández, que está separada, vive hasta en este momento en un piso de alquiler, y a sus cuarenta y siete años, explica que esta era su única opción para adquirir una vivienda.

Los menos afortunados, también lo comentaban a la salida. La joven Núria Cillar, acompañada de su madre, se lamentaba que había solicitado los pisos de la calle Hospital porque “eran los más asequibles”. El mismo le pasó a Carme Fernández, de veintisiete años, que también le hubiera gustado ser la escogida para poder comprar su primer piso.“De hecho ya vendía con la idea que seguramente no me tocaría”, decía resignada.

El sorteo de las otras doce viviendas transcurrió con más normalidad. Y es que para los tres pisos de la Bajada de las Escaletes sólo se habían aceptado dos sol·licituts, pero se siguió el mismo procedimiento para decidir la orden de preferencia a la hora de elegir los pisos. En cuanto al Camino real, se habían admitido diez de los doce solicitantes, de forma que sólo uno se quedó sin poder acceder a alguna de las nueve viviendas de la calle.

Con este sorteo, se dio por cerrado el proceso de adjudicación de los pisos de promoción pública de Can Xamar. De las ochocientas sol·licituts que se presentaron en septiembre, sólo cien diecinueve personas fueron seleccionadas para el sorteo final.

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