El 5 de abril se cumplieron seis meses de la salida del grupo municipal de CiU del gobierno de Mataró. Medio año es suficiente para hacer un primer balance.
En primer lugar, es obligado recordar los motivos de la salida del gobierno y de la consecuente rotura del pacto firmado el junio de 2015. Lo he dicho muchas veces pero no me cansaré de repetirlo: el motivo de rotura no fue la política local, ni la gestión del gobierno municipal, ni los objetivos de ciudad, no. Siempre hemos dicho que el acuerdo de legislatura estaba funcionando razonablemente bien.
Mientras estuvimos en el gobierno hablamos, discrepamos y discutimos. Pactamos los acuerdos y los desacuerdos. Y creo, sinceramente, que nuestros pactos sirvieron porque la mayoría de los mataronins sesintieran representados.
Pero la posición que adoptó el grupo municipal del PSC, el alcalde y su equipo en todo el que estaba y está pasando en Cataluña hizo imposible poder continuar compartiendo gobierno. Lo dijimos, lo repetimos con pena y con nostalgia dentro de y fuera del Pleno Municipal: "Hemos echado de menos, echamos de menos aquel PSC con el que siempre habíamos compartido el anhelo de libertad y de democracia por nuestro país".
Las declaraciones extemporáneas del alcalde sobre ceder o no espacios durante la campaña por el Referéndum --cuando todavía nadiehablaba--; la afirmación que no pensaba cumplir un acuerdo adoptado por la mayoría absoluta del Pleno de apoyo a la organización del Referéndum; la actitud tibia, distando, indulgente con los gravísimos incidentes del 1 de octubre (con la actuación innecesaria, desproporcionada, brutal, intolerable, absolutamente condenable, de la Policía Nacional y de la Guardia Civil) y el apoyo del PSOE y del PSC a la suspensión de la autonomía catalana con la aplicación del artículo 155, hicieron más que imposible nuestra continuidad al gobierno municipal.
Posteriormente, la igualmente tibia posición sobre las detenciones de los presidentes del ANC y Òmnium y de diferentes dirigentes políticos, hablando de cuestiones jurídicas para esquivar un posicionamiento político claro y contundente lo reafirmaron.
Lo hemos dicho por activa y por pasiva, nunca hemos querido que los antiguos socios de gobierno se convirtieran en independentistas. Recordáis el que siempre he dicho: "Esto no va de independencia, va de democracia". Sólo queríamos, como siempre habían hecho, que fueran empáticos con los que reclaman más democracia y, sobre todo, los que sólo pedían respetar la democracia.
El resultado es que desde el octubre pasado Mataró está gobernado por una única formación política y por un reducido grupo de seis personas. Era de esperar, pero no ha sido así, que fuera un gobierno consciente de su minoría ante un consistorio de veintisiete regidores y regidoras. Por parte nuestro, con la única condición de mantener la hoja de ruta que dibuja el Plan de Mandato, hicimos posible la aprobación del presupuesto por el 2018, pero la actuación del PSC, ahora en solitario al gobierno, es decepcionante.
Si mientras estábamos en el gobierno ya se dibujaban algunos tics, ahora, sólo, el PSC vuelve a ser aquel partido clientelista que durante años gobernó Mataró. Previsiblemente nos espera un último año de mandato claramente electoralista.
Las sensaciones después del primer encuentro por el seguimiento de los acuerdos para hacer posible que el presupuesto saliera adelante no son muy esperanzadoras, dejando entrever una falta de interés en el cumplimiento de los compromisos adquiridos.
Otro aspecto preocupante de este gobierno es la aplicación de una organización sin ningún sentido, colocando entre los nuevos responsables y asesores a gente leal políticamente, en algunos casos con carné, pero faltados de los conocimientos y las aptitudes necesarias por el lugar que ocupan. Todo esto, hecho sin escuchar el Pleno, que los ha advertido claramente.
Este medio año nos ha demostrado que el sacrificio de dejar el gobierno, que quiere decir la imposibilidad de defender desde la primera línea nuestros proyectos y nuestras propuestas, consecuencia de un posicionamiento faltado de dignidad democrática y defiende de la libertad de expresión del socio de gobierno, se tenía que hacer porque la actitud sigue siendo la misma. Pero también se ha demostrado que la Ciutat, entente en su globalidad,sale perdiendo.
Nuestro compromiso sigue intacto y pasados estos seis meses, nos siguen preocupando las cuestiones que el día a día de la ciudad plantea y queremos seguir trabajando por las entidades y los ciudadanos de Mataró. Seguimos luchando por los mismos objetivos, aunque ahora desde la oposición.
Seguimos trabajando y seguiremos bien de cerca temas como el Plan de Impulso del Centro, propuesta impulsada desde CiU. El incremento de la actividad económica y la promoción de ciudad son elementos fundamentales para luchar contra el paro y perseguir el mejor bienestar de nuestros conciudadanos. También dentro de este paquete es imprescindible el diálogo con El Corte Inglés y Mataró Parco, así como el desarrollo del plan estratégico del Puerto de Mataró, porque sean creadores de puestos de trabajo y agentes dinamizadores del comercio trayéndonos nuevos visitantes en la Ciutat.
También vemos como elementos fundamentales en la promoción de ciudad el Deporte y la Cultura, por eso no los dejamos de banda. Estiércol y haremos seguimiento del apoyo a las entidades deportivas y de la puesta al día de nuestras instalaciones. Igualmente importante es todo el debate alrededor de nuestro rico calendario festivo que hace que cada año ganamos visitantes. Las Santas y Sant Jordi, con la Semana Santa quizás son los tres momentos más importantes. Hay que seguir trabajando para mantener la calidad y la seguridad en los diferentes actas, pero también proyectos como "La Prisión | Espacio de las artes" tienen que colaborar a que Mataró haga de cabeza de comarca y también pueda vencer las diferencias entre las diferentes expresiones plásticas, todas ellas igualmente importantes.
No hay que decir que seguimos estando junto a los que más los ha tocado sufrir la crisis y todavía necesitan una especial atención de las administraciones, también de la local. Los desahucios debido a la subida de los alquileres nos traerá bien pronto nuevos retos a los que tenemos que hacer frente y no rehuimos nuestra responsabilidad. Es por esta razón que ya hemos pedido más recursos para la adquisición de vivienda social. Y ya digo, por si alguien tiene la alguna tentación antropológica, que no aceptamos lecciones de nadie en el eje derecha izquierda. Podemos mirar a los ojos de todo el mundo, de punta a punta del arco políticos porque el temple social (no solamente por la batalla de las preferentes, que también), la preocupación y la prioridad política en forma de recursos económicos los ha impulsado y gestionado la formación que represento.
Afrontamos, pues, el último año del mandato municipal con la misma ilusión y compromiso con la Ciutat que lo iniciamos, a pesar de la complicada situación política del País nos haya traído a hacerlo desde la oposición.
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