'Trabajar al circo es vivir un presente intenso, sin pasado ni futuro común'

El mataroní Ferran Cardenal ha cercado medio mundo con la compañía que ha revolucionado el mundo del circo. Ir a estudiar Derecho en Bilbao le cambió la vida; allí coincidió, en 2003, con un espectáculo del Cirque lleva Soleil y entró a trabajar como acomodador para ganar un dinero.quedó encantado, y pocos meses después se los volvía a encontrar y lo hacían fijo. De país en país y de continente en continente con la carpa, apenas pasa en Mataró tres semanas al año.

Se añora?
Es evidente que este trabajo no la querría todo el mundo, hay quién pone por ante todo el contacto con la familia, con los amigos, tener aquel bar de referencia donde ir a hacerla estallar. Y con el Cirque lleva Soleil esto noestá, al circo se pierden un poco las raíces y te habitúas en los hoteles, con las maletas siempre a punto. De Mataró el que más echo de menos es el mar, cuando paso largas temporadas en ciudades de interior; al retorno, voy en tren del aeropuerto en Mataró con la cara enganchada a la ventana mirando la playa; y también Las Santas, que las últimas las volví a disfrutar después de muchos años de no ser.

Quésitúa, al otro lado de la balanza de estas carencias?
El que me enganchó más desde el principio es la ilusión que genera el circo, el entusiasmo, las expectativas del público, sus reacciones, la gente saliente del espectáculo con una sonrisa de oreja a oreja... Fue un amor a primera vista, porque no recuerdo haber ido mucho al circo de pequeño. Este trabajo me permite vivir experiencias creo que bastante únicas y muy enriquecedoras. Es vivir un presente intenso, con una gente que te rodea con la que no tienes un pasado común y seguramente tampoco un futuro común.

Excepto con su mujer, que también forma parte de la compañía.
Sí, es Olga Pikhienko, artista de origen ruso nacionalizada norteamericana. Coincidimos al espectáculo 'Quidam', y tenemos un hijo de dos años y medio que nació en Las Vegas.

Pensaron de dejar este tipo de vida, al tener el hijo?
No, mi mujer trabaja al Cirque lleva Soleil desde hace 15 años, y no sabría vivir de otro modo. Hay fuerza parejas con criaturas a la compañía y nos ayudamos los unos los otros, y este es un hecho al que están muy habituados los artistas del Europa del Este. Además, el circo viaja con una escuela que imparte un sistema educativo reconocido por el gobierno canadiense.

Cómo es una jornada suya de trabajo?
Días antes del estreno en una ciudad, hay todo el trabajo del montaje del espacio y de formación de los trabajadores que contratamos a los lugares donde actuamos. Tengo a mi cargo medio centenar de personas. Una vez llegan las representaciones, hay que tomar las medidas necesarias según la climatología, si aquel día vienen escolares o personas con discapacitados... Abrir las puertas a la hora, y una vez empezado el espectáculo estar pendiente de todo: si alguien del público tiene algún problema, de la gente que llega tarde, si hay algún alboroto. No sentamos en ningún momento. Acabado el espectáculo, cerrar puertas, dejarlo todo aseado, y al día siguiente arreglar aquellas cosas que se tengan que mejorar.

No le entran nunca ganas de saltar a la pista?
Tengo un respeto absoluto por el que hacen los artistas, que comporta años de preparación. Muchos de ellos provienen del mundo de la gimnasia, el circo los va a buscar al final de su trayectoria en el alta competición, y los forma durante cuatro meses a la sede central, en Montreal. De vez en cuando, en algún ensayo, me dejan colgar a las cuerdas elásticas... pero vaya, no haré carrera artística. El que sí hacemos a veces es el quedecimos un "tecno-show", como una parodia del espectáculo por parte de los "no artistas", evidentemente entre nosotros, sin público.

Es cierto que el espectador a cada lugar es diferente?
Totalmente, es de aquellas cosas que más te va sorpresiva. En Alemania durante el espectáculo nadie aplaude, y lo concentran todo al final de la actuación, entonces mucho efusius. A otros lugares son muy fríos, como los coreanos; nos pensábamos que no los estaba gustando nada, pero nos dijeron que ya eran así... Ahora, para choque cultural importando los Emiratos Árabes, donde nos exigieron tener unas habitaciones disponibles para poder rezar, y el público se iba levantando durante el espectáculo yiba... Este trabajo te obliga a adaptarte a allí donde eres.

Ha visto centenares a veces los espectáculos 'Saltimbanco' y 'Quidam'. Con qué números se queda?
A los espectáculos del Cirque lleva Solei todo el mundo se puede sentir atraído como mínimo por uno de los ingredientes, sea la música, la iluminación, las acrobacias... Personalmente, las partes cómicas son las que más me ayudan a salir adelante, a ver el espectáculo una noche rera la otra sin que se me haga pelmazo. El que hacen las grandes figuras tampoco deja de sorprenderme, no se puede ver en ninguna parte más, como los números de en Viktor Kee, o de Olga, mi mujer.