"Tengo 60 entregas para hacer en el centro, a dos minutos y medio por paquete, ya puedes ver que no salen los números para entregarlo todo de 7.30 a 9 de la mañana". Albert Montreal es transportista de la empresa Tipsa, y relata algunos de los problemas que se está encontrando con la entrada en funcionamiento de la limitación de paso de vehículos a La Riera, sólo posible en la mencionada franja de la mañana. Tampoco le convencen las zonas DUM que se han habilitado a los entornos del centro desde dónde, en teoría, los transportistas pueden descargar: "Las zonas son insuficientes; si las sumamos todas nocaben ni la mitad de los vehículos que necesitan pasar para dejar la mercancía; y después hay el tema del horario. Te dan 30 minutos, pero si tienes decenas de paquetes para entregar a varios puntos de la Riera y entornos, es imposible que lo hagas en este tiempo".
Montreal lamenta que el horario no encaje con el hecho que la mayoría de establecimientos del centro abren a partir de las 10, cuando en teoría ya no se puede pasar. Lo dice desde la Riera, porque hasta el cercano 1 de abril hay la posibilidad excepcional de entrar fuera de horas. No será así pasado este periodo transitorio. En general, la visión de los transportistas no es muy satisfactoria en este inicio de prueba piloto. Otro de ellos, de Ken (productos de nata culinaria), mientras marchaba a toda velocidad considera que esta implementación es mejorable. "Nadie, ni el cliente a quien sirvo, me había avisado. La iniciativa quiere dejar más espacio a los ciudadanos, pero estos no podrán comprar ni comer ni ropa si no nos dejan hacer llegar las mercancías a las tiendas", lamentaba mientras seiba.
En el mismo sentido se expresaba un transportista de Vincelona, también con prisa para hacer todas las entregas: "Tengo que entregar 30 cajas a diferentes clientes que se encuentran a puntos separados de todo el centro, ya me dirás de que me sirve un DUM que se encuentra en la otra punta de algunos de ellos". La carencia de información ha sido una queja habitual estos días.
NEM considera que ha faltado información y se han precipitado con las franjas horarias
NEM (Negocio Emprendida Mataró) se ha mostrado a favor de la pacificación de la Riera, era de hecho una petición que habían luchado durante mucho tiempo, pero no con cómo se ha llevado a cabo. "Ha carecido información y creemos que había que poner unos horarios más flexibles. Granollers tiene horarios de 8 a 11, una franja a mediodía y otra por la noche", relata Jordi Novo, presidente de la entidad. Ante esto, Novo añade que la franja de 7.30h a 9h "no tiene en cuenta las particularidades de los negocios del centro; cómo se puede servir en la plaza Grande, un mercado diario, así? O a los restaurantes que abren al atardecer? En aquel espacio las zonas DUM quedan lejos y con desniveles importantes".
Desde la entidad creen que ha habido cierta "precipitación" en la puesta en marcha de las limitaciones y que ha carecido una campaña de información potente: "Había que hacer énfasis en todos los aparcamientos disponibles para acercarse en el centro, de la manera que se ha anunciado parecía que el casco antiguo quedaba blindado y no sepodría llegar de ninguna forma". Novo defiende que quieren "una mejor pacificación para el comercio" y que por eso "vamos a todas con iniciativas como esta, pero quizás planteadas de otro modo".
Las tiendas entienden que hay otras prioridades
Algunos establecimientos comerciales ofrecen otro punto de vista respeto la situación, centrándose sobre todo en el hecho que hay otras prioridades para el centro. "El que se tendría que hacer es prever más zonas de aparcamiento por los usuarios, porque es el que realmente nos limita a la hora de recibir gente", lamenta Albert Cuquet, de Oliveras. El comerciante considera que "llegar al centro es complicado por la gente que no lo conoce", y se pregunta por qué no se ponen "precios asequibles a aparcamientos municipales como el de la Plaza de las Tereses" para potenciar la llegada de la gente, así como "adecuar la zona del solar de Can Fàbregas" tal y cómo se ha reclamado en varias ocasiones. "El tema de los transportistas es el de menos, sinceramente", añade.
"La gente tiene miedo de cómo funcionará esto, pero creo que en el día a día no nos afectará tanto como nos pensamos",
Cristina Aguilar, de la Mallorquina, no lo ve todo tanto oscuro. "La gente tiene miedo de cómo funcionará esto, pero creo que en el día a día no nos afectará tanto como nos pensamos", explica, para añadir: "El que han hecho nuestros transportistas es aparcar en las zonas DUM y venir con el carrete, ya está". Aguilar apunta a la necesidad de facilitar la llegada de los peatones como una urgencia mucho más grande que la regulación de los vehículos de transportistas. "Aquí, el que realmente preocupa, es que no hay lugar para aparcar y sigue siendo difícil llegar por la gente de fuera, no los transportistas. Sí, quehaya menos vehículos hará que nos asemejamos más a una Rambla, pero mientras la gente no pueda dejar su vehículo en algún lugar, buscará otras opciones", resuelve.
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