Foto: Joan G. Jané
Foto: Joan G. Jané

Tricia Evy se pone el Patio del Café Nuevo al bolsillo

La cantante de la isla de Guadalupe, invitada por la Big Band Jazz Maresme, ladra los estándares de jazz y blues con su voz prodigiosa

La Big Band Jazz Maresme cada día toca mejor, y cada vez cuenta con invitados de más nivel. El concierto que ofreció miércoles 27 en el Patio del Café Nuevo, en el marco de Las Santas, así lo puso de manifiesto. En esta ocasión la voz invitada fue la de Tricia Evy, cantante de la isla caribenya de Guadalupe (Francia) que cada vez está más solicitada en el panorama jazzístico europeo. Y en Mataró demostró sobradament que motivos no faltan.

Tricia Evy demostró un dominio perfecto de la voz para interpretar canciones popularizadas por Ella Fritzgerald o Frank Sinatra

El concierto, pero, empezó sin ella. La primera parte la afrontó la Big Band Jazz Maresme en solitario, ante un Patio del Café Nuevo pleno a rebosar. La formación interpretó con su habitual solvencia estándares del jazz como por ejemplo 'Corte cotton' de Count Basie, 'In a mellow tone' y 'Take the 'A' Train' de Duke Ellington o 'Stolen momentos' de Oliver Nelson.

A la cabeza de tres cuartos temprano apareció Evy. Con una presencia imponente, tanto por su altura como, sobre todo, por su voz prodigiosa, que hizo ir como quería en todo momento. Simpática y comunicativa, Evy se hizo acompañar de la Big Band Jazz Maresme en la interpretación de clásicos de Ella Fitzgerald ('Àngel Eyes') o Frank Sinatra ('The way you look tonight). Los aplausos más sonados los recibió con 'Donde the sunny side of the street', canción que popularizaron Fitzgerald y Louis Armstrong. La cantante de Guadalupe dejó todo el mundo astorat sacándose del bolsillo una voz casi igual de rugosa que la del mítico cantante de Nueva Orleans.

'Come rain'

Hacia el final del concierto, la interpretación de 'Come Rain, Come Shine', un estándar que han interpretado prácticamente todos los grandes cantantes (Sinatra, Sarah Vaughan, Sammy Davis Jr...) empezaron a caer cuatro gotas. La lluvia había amenazado durante todo el concierto, pero sólo hizo acto de presencia un momento, por suerte sin capacidad de estropear un recital que habría sido toda una lástima que no se hubiera podido hacer.

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