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Turtuxa, ciudad de a el-Àndalus

La ciudad de Tortosa, capital de la comarca del Baix Ebre, con más de 2.000 años de historia, es rica en monumentos históricos que testimonian su importancia para las diferentes civilizaciones que la han codiciado. No es extraño, pues, que la ciudad haya sido declarada Conjunto Historicoartístic. Fue ocupada por los romanos, amurallada y rebautizada con el nombre de Dertosa. Desde principios del siglo VIII, y hasta el año 1148, Tortosa estuvo bajo dominio andalusí. En esta época la ciudad fue un enclave estratégico desde donde se controlaba las comunicaciones hacia los territorios norteños, y que dominaba la vía fluvial que permitía el acceso en las tierras del interior. Extremo más septentrional de a el-Àndalus y centro de uno de los reinos de taifes más activos, la urbe fue bastante importante desde los puntos de vista económico y cultural dentro del entramado de reinos que surgieron a partir de la crisis del Califato de Córdoba. Hoy os proponemos un tumbo por la Tortosa andalusí.

El recorrido se inicia en la calle Jaume Ferran y Clua, al lado del ríe Ebro, para llegar a la Catedral, lugar donde tradicionalmente se ha situado la Mezquita Mayor de la Medina. El desaparecido edificio, construido en 955, tenía cinco naves con atrio. Después de la reconquista, el espacio fue consagrado y utilizado como templo cristiano. La desaparecida suyo románica se construyó años más tarde.

De camino hacia el castillo, empotrada en los muros catedralicis exteriores de la calle de la Suda, hay una copia de la lápida fundacional de los astilleros del siglo X, construidas en época de Abd al-Rahman III, grande impulsor de las obras públicas. La pieza original, realizada por el escultor 'Abd allah b. Kulayd en escritura cúfica florecimiento propio del periodo califal, se conserva actualmente a la Sede.

La paseada por la calle de San Felipe Neri y la costa de Curas nos trae al alcassaba o recinto fortificado, después de dejar a la derecha el edificio de los Reales Colegios de Santo Jaume y Santo Maties, fundados en el siglo XVI para el adoctrinamiento de los moriscos o nuevos cristianos.

Al salvar un fuerte desnivel, atravesando las cerraduras de muralla del patio de armas, se accede en el interior del Castillo de la Suda o de San Juan. La impresionante fortificación domina Tortosa y el río, y es vigia del valle bajo del Ebro.

Este parece que fue el núcleo primitivo de Tortosa, debido a su privilegiada situación estratégica. Los romanosedificaron la antigua acrópolis de la llamada entonces Dertosa y levantaron las primeras estructuras amuralladas. Su importancia como fortificación se remonta, pero, en el siglo VIII, con la llegada de los musulmanes. Es entonces que, bajo el mandamiento del califa Abd al Rahman III, se construye el castillo de la Suda, mirador privilegiado de la ciudad.

Apenas al llegar a la cumbre, a la izquierda, antes de penetrar en la explanada, hay una antigua necrópolis árabe (siglos X-XII) la única a cielo abierto que se conserva en Cataluña. Alguna de las tumbas conserva el estuco original. En el centro del recinto se construyó el enorme pozo, de gran diámetro y profundidad, que se alimentaba de las aguas del Ebro.

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