«El autobús hizo el recorrido Oviedo - Arrionda - Ribadesella. Era sorprendiendo la verdor de la superficie sinuosa y fresca de los campos de césped y de maíz, que no hacían pensar que a pocos kilómetroshabía la inmensa mar cantábrica». Helena Jubany describió, en el relato que abre el libro Los cristales de las tierras norteñas y otros cuentos, su viaje por Asturias. Coincidiendo con el tercer aniversario de la muerte de la mataronina, víctima a los 27 años de un crimen rodeado de interrogantes, su familia ha editado una compilación de nueve narraciones del cual queda constancia a la web www.helenajubany.org.
El libro, que se presentará el 2 de diciembre a la librería Robafaves, cuenta con una introducción de la directora de la biblioteca de Sentmenat donde Helena trabajaba, Núria Ribas, ilustraciones de Regina Bonamusa y Teo Perea e imágenes de Dani Bonamusa y Jordi Gasull. Lo cierran unos disparos biográficos y fotografías de momentos de la corta vida de la autora. La madre de Helena, Maria Dolors Lorente, destaca que el libro pretende ser «un legado» que permita «mantener viva su memoria». La familia, explica, quiere «compartir con otra gente» parte de su obra, que quedó truncada por quien, inexplicablemente, decidió ensañarse con una joven que todo el mundo recuerda con afecto y simpatía.
Jueves día 2 A 2/4 de 8 del anochecer a la librería Robafaves. C/Nuevo, 9.
Un homicidio todavía para resolver
Licenciada en Ciencias de la Información y estudiante de Biblioteconomía y Documentación, vivía en Sabadell, donde fue encontrada muerta el 2 de diciembre del 2001. Helena fue lanzada en estado de coma descalabro de una azotea. La primera inculpada se suicidó en la prisión. Dos personas más fueron imputadas en el caso, en torno el cual no se ha llegado a celebrar todavía ningún juicio. La familia continúa haciéndose un montón de preguntas.
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