El puerto de Mataró no arranca como espacio ciudadano. El gobierno municipal y el consorcio que gestiona la infraestructura se emperra al convertirla, de una vez por todas en un polo de actividad económica y comercial, que atraiga mataronins más allá de quienestienen un barco amarrado. Pero las estrategias que se han probado hasta ahora no han funcionado. Ahora se buscan nuevas vías después de que la última apuesta del anterior gobierno, avanzar la licitación de las concesiones para poder reavivarlo, no haya funcionado cómo se esperaba. Se espera que la elaboración de un plan estratégico a cargo de una consultora externa sea la solución porque el puerto deje de estar varat.
La apuesta del anterior gobierno, avanzar la licitación de las concesiones para poder reavivarlo, no haya funcionado cómo se esperaba
Las concesiones de los más de 70 locales que hay al Puerto de Mataró caducaban el 2018, cosa que ha comportado que en los últimos añoshubiera un cierto inmovilismo por parte de los propietarios de amarratges, locales comerciales, pallols y aparcamientos. El año 2014, durante el mandato anterior, Promoción Económica del Ayuntamiento y la Generalitat optaron para avanzar la licitación de las concesiones, sin esperar a que llegaran a su caducidad. El objetivo era que los propietarios pudieran empezar a reinvertir en estos espacios con la seguridad de tener la concesión renovada, sin límites temporales. "Ahora podrán amortizar las inversiones sin el miedo del fin de la concesión", explicó el entonces el secretario de Infraestructuras y Movilidad, Ricard Font.
Pero la estrategia no ha funcionado. "El adelanto de las renovaciones de concesiones no salió bien", reconoció el alcalde, David Boto. El número de concesiones renovadas, tanto de amarraments cómo de locales, ha sido muy bajo y ahora la prioridad, según Boto, es "plantear modelos porque el nuevo concurso sea un éxito". Para conseguirlo, el Consorcio del Puerto ha encargado un nuevo estudio, en forma de plan estratégico, a una consultora externa, en una línea similar al que ha hecho el TecnoCampus para planificar su crecimiento. Este plan tendrá que establecer la estrategia a seguir: más allá de garantizar la viabilidad del puerto como infraestructura marítima, el objetivo principal es reconnectar-lo con el conjunto de Mataró. "Tenemos que mejorar toda la parte comercial y dinamizarlo socialmente, hacer funcionar su engranaje con la ciudad", apuntó Boto.
El Consorcio del Puerto ha encargado un nuevo estudio, en forma de plan estratégico, a una consultora externa
"El plan estratégico fijará las líneas a seguir en ámbitos como las renovaciones de concesiones, la atracción de inversiones, la promoción del puerto y las actividades que sepuedan desarrollar", explica Joan Bellavista, presidente del Consorcio del Puerto de Mataró, el organismo que lo gestiona. El estudio encargado a una consultora externa tiene que estar terminado por el primer trimestre del año próximo. Pero en este plan, según Bellavista, tambiénparticiparán los usuarios y operadores del puerto, así como el conjunto de la ciudadanía. Los trabajos, como pasa con el TecnoCampus, se enmarcan en un plan estratégico global de la ciudad, el "Mataró 20/22", que el Ayuntamiento ha puesto en marcha para definir como tiene que ser el futuro de una ciudad que necesita reactivar su economía y mejorar su promoción. "Del anterior convocatoria hemos aprendido lecciones de aquello que funciona y aquello que se puede optimizar", resuelve Bellavista, respecto a las renovaciones de concesiones, otro de los temas pendientes.
Renovación comercial y de los pantalans
El Puerto de Mataró tiene pendiente de desarrollar un plan de renovación de sus instalaciones con una inversión prevista de 12 millones de euros. El proyecto prevé regenerar toda la zona comercial actual, rediseñando la jardinería, eliminando las barreras arquitectónicas y aseando la zona de terrazas, para dotarla de un sentido más unitario. El plan también tiene que renovar toda la dársena náutica. De momento ya se han renovado todos los pantalans, que se encontraban en mal estado, tal y cómo se puso de manifiesto el año pasado con el hundimiento de uno de ellos. En cuanto al resto, todo está pendiente. De momento las inversiones se han congelado, a la espera que el plan estratégico defina mejor como se tienen que llevar a cabo las actuaciones.
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