Los regidores, en uno de los momentos en que se suspendió el Pleno
Los regidores, en uno de los momentos en que se suspendió el Pleno

Judith Vives

Un Pleno histórico pero mucho entrebancat pone fin a l’asunto Can Fàbregas

La sesión se tuvo que suspender en dos ocasiones para conseguir que los grupos cambiaran el sentido de sus votaciones

La solución al conflicto abierto por el asunto de Can Fàbregas se cerró ayer jueves, día 7, en un Pleno municipal con tantas trabas como ha tenido el propio proceso urbanístico que se ha seguido para hacer posible la llegada del Corte Inglés en Mataró. La sesión estuvo marcada por los conflictos y la confusión desde buen principio. En primer lugar, por la protesta que la UD Molins, que hizo una larga y ruidosa manifestación ante el Ayuntamiento para reclamar el césped por su campo de fútbol. El alboroto que hacían los manifestante era tanto eixordador, que incluso el propio alcalde, Joan Mora, insinuó que habría que valorar si se suspendía el Pleno. Y el Pleno se llegó a suspender, hasta dos veces, pero no por el ruido de la gente de los Molinos, sino por la confusión y los males entendidos que se produjeron en las votaciones de dos cuestiones urbanísticas capitales por la ciudad. 

La moción que se votó dos golpes
La primera suspensión del Pleno tuvo lugar después de haberse votado el punto 6 de la orden del día, donde se tenía que aprobar una modificación puntual del Plan General en lo referente a la titularidad del sistema de equipamientos comunitarios, para reconocer que la titularidad de un equipamiento comunitario pueda ser tanto pública como privada. Hasta ahora esta titularidad era exclusivamente pública y, por lo tanto, los propietarios del suelo calificado así podían solicitar un proceso de expropiación que el Ayuntamiento tendría que asumir obligatoriamente, con el gasto económico que esta situación supondría por la ciudad. Para evitarlo, el Ayuntamiento trajo a aprobación del Pleno esta modificación del Plan General, con la cual se evitan las expropiaciones forzosas y se suspenden las tramitaciones ya iniciadas en este sentido, como es el caso de un equipamiento situado al Pasaje Baldomer Vila que ya había pedido de ser expropiado.

El problema llegó a la hora de la votación, cuando el PSC y el PPC anunciaron sus abstenciones, dejando el gobierno de CiU en minoría insuficiente para aprobar la moción y dejando la ciudad "en total indefensión", según las palabras que pronunció el alcalde, Joan Mora, visiblemente afectado. A la cabeza de unos minutos, fue el portavoz del PPC, José Manuel López, quién pidió la suspensión del Pleno para debatir sobre este punto. La sesión se paró sólo unos minutos y se acordó que la moción se volvería a votar al final de la tanda de dictámenes. En el segundo intento, la propuesta se aprobó con el apoyo, este golpe sí, del PSC y el PPC.

ICV se desmarca en el asunto de Can Fàbregas
El punto siguiente, el de Can Fàbregas y de Caralt, también tuvo que esperar. A la batería de mociones incluidas a la orden del día sobre este tema, un total de seis, se tuvo que añadir una séptima, que noconstaba: el convenio con la CUP. Para incluir este punto hacía falta primero votar la urgencia y, en estos casos, también se espera al final del bloque de dictámenes. Así, el debate sobre el Corte Inglés y Can Fàbregas que tenía que tener lugar a las siete y media, no empezó hasta pasadas las nueve de la noche. El debate se inició con normalidad, y sin que nada en las intervenciones de los partidos –ni siquiera en el discurso que hizo el portavoz de ICV, Esteve Martínez- hiciera presagiar el conflicto que se produjo a la hora de la votación.

El alcalde, en su intervención, reclamó a los grupos que habían anunciado abstenciones o votos en contra que valoraran modificar su voto para garantizar una unanimidad absoluta ante la llegada del Corte Inglés en Mataró. Mora se refería a los votos que habían sido anunciados: el no de la CUP a declarar el Corte Inglès de interés social; y la abstención del PSC en la votación del acuerdo logrado por el Ayuntamiento en la CUP. La sorpresa llegó cuando el portavoz de ICV se descolgó anunciando una abstención en todos y cada uno de los puntos sobre Can Fàbregas, incluida la modificación del Plan General y del Plan del Patrimonio. El alcalde, exaltado, amenazó con retirar todos los puntos si nohabía unanimidad. A continuación suspendió de nuevo el Pleno, en esta ocasión durante cerca de una hora, y para convencer los ecosocialistas de modificar su posición. El alcalde Mora se reunió con los representantes locales de ICV, entre los cuales, además del portavoz Esteve Martínez y la presidenta local Noemí Ayguasenosa, tambiénasistió Pep Canal, que además de ser miembro de ejecutiva ecosocialista local, también es el interventor del Ayuntamiento.

Finalmente, ICV accedió a votar sí a todo, reconociendo no tener conciencia de la importancia de lograr la máxima unanimidad, y a cambio también que la CUP votara también a favor de la declaración de interés social del Corte Inglès. La CUP, pero, no cedió a la presión. El regidor Xavier Safont Elige recordó que el voto contrario en este único punto había sido previamente anunciado, acordado y ademán en conocimiento incluso del propio operador comercial. Nohubo ningún más comentario. Los puntos se votaron y el asunto de Can Fàbregas quedó cerrado con gran unanimidad y el apoyo de ICV incluido.

  

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