Joaquim Fernàndez

Joaquim Fernàndez i Oller

Ninguno del grupo municipal de CiU

Un presupuesto por el 2019 donde gane todo el mundo

El gobierno municipal de Mataró, formado únicamente por seis regidores socialistas, no fue capaz de superar la votación para aprobar inicialmente el Presupuesto 2019.

Es incomprensible que en el tema más importando que un gobierno trae a la aprobación del Pleno Municipal, el presupuesto, no haya trabajado el apoyo o la complicidad de ningún grupo. Y esto es un síntoma. Es una muestra más de la prepotencia de 6 regidoras y regidores sobre un Consistorio de 27.

Alguien podría decir que por responsabilidad, todo y no estando de acuerdo, nuestro voto podría haber sido de abstención con el objetivo de permitir un periodo de debate y alegaciones. Pero es que precisamente nuestro voto contrario fue un voto de responsabilidad, de chasco y de decepción con el comportamiento del conjunto del actual gobierno.

No podíamos prever actuaciones como la que tuvieron con la adjudicación, sin haber aprobado el proyecto, de las obras del nuevo Parque de la ronda Bellavista. Este es un hecho gravísimo que nos recuerda las peores maneras de un gobierno municipal.

Siempre habíamos pensado y habíamos dicho que en el gobierno socialista –con quien discrepamos de muchas cosas—había gente de palabra. Pero durante los últimos meses nos han demostrado que estábamos equivocados. Hemos llegado a la triste conclusión (y me gustaría equivocarme) que no son de fiar. Pactan cosas que incumplen, y después intentan engañarnos haciendo ver que no las habían pactado o que todo es fruto de males entendidos. Y porque nadie piense que esto que digo es fruto de una táctica de erosión por parte de un grupo que está a la oposición, pongo un ejemplo que todo el mundo (todo el mundo!) pudo ver y sentir al Pleno: el alcalde Boto dice que ellos hacen "VOTACIONES SIMBÓLICAS" a favor de propuestas de los grupos que después no piensan salir adelante. Es decir, menystenen la oposición.

Por aquellos que dudaran sobre qué tenía que ser nuestro grado de confianza con el gobierno Boto, sólo hace falta que repasen el grado de cumplimiento del acuerdo que nosotros firmamos con el gobierno socialista por el Presupuesto 2018, o sus respuestas a nuestras preguntas sobre el cumplimiento de acuerdos de este Pleno a los que ellos mismosvotaron a favor.

Y, además, sin haberlo hablado ni negociado, se han cargado los acuerdos del plan de inversiones del mandato, única y exclusivamente por el más absoluto clientelisme electoral. No porque los importe la ciudad, no porque los importen los barrios, no... solamente para buscar votos. Y esto no va con nuestra manera de hacer.

Me sabe mal decirlo, pero el PSC no ha sido merecedor de la confianza que los hicimos hace un año. Tampoco han demostrado, con su menysteniment a la oposición, ser un gobierno transparente, abierto y honesto que cumple con su propio código ético.

De ellos depende ahora negociar un nuevo presupuesto y volverlo a traer al Pleno. Pero ya aviso, hará falta que anteshablamos y quede muy claro cuál será su cumplimiento. Además, tendrá que ser un presupuesto que tenga en cuenta la ciudad en su conjunto; que no crea que la gente de los barrios se puede comprar gastando cuatro euros; que no tenga territorios de primera y territorios de segunda; que sea social y respetuoso; que apueste para situar Mataró encara más al mapa. Un presupuesto porquegane toda la ciudad,gane Mataró y no solamente el PSC.

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