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Un Sant Jordi único en Cataluña

La Fiesta en Mataró tiene dos elementos, la Fogonada y el Libro Gigante de Cuentos, que la dotan de una personalidad como ninguna otra al conjunto del país

Más allá de las rosas y los libros que inundan todo el país, que distingue el Sant Jordi mataroní del resto de fiestas de Cataluña? Para una ciudad como la capital del Maresme a menudo con dificultades, o incluso ciertos complejas, a la hora de lucir aquello que le es propio, Sant Jordi es una gran oportunidad para poner remedio a esta situación. Porque se trata de una fiesta que, si bien es celebrada por todas partes, en Mataró tiene disparos característicos que la hacen única. En concreto, dos de muy potentes: la Fogonada y el Libro Gigante de Cuentos. Auténtico patrimonio festivo y cultural de la ciudad.


Fogonada: todo alrededor de fuego

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El tiempo pasa volando, y este año la Fogonada ya celebra su segundo aniversario. El acto que culmina la fiesta de Sant Jordi en Mataró, cada día 23 de abril por la noche, nació en 1996, impulsado por la Pandilla del Dragón de Mataró, figura que entonces tan sólo tenía cinco años. A pesar de sus numerosas apariciones por Santas, se puede decir que es por Sant Jordi cuando el Dragón se puede lucir más en la ciudad en la ciudad, haciendo honor al hecho de ser protagonista de la leyenda junto al caballero y la princesa.

"La clave del acto es que todo tenga una continuidad y esté muy coordinado",

Esta es precisamente la leyenda que recrea desde hace más de dos décadas la Fogonada, un golpe ha caído la noche y ya se han recogido las paradas de libros y rosas. El Dragón se vuelve doliendo por la influencia de un macho cabrío que lo hipnotiza, y plegados raptan a la princesa. "No podíamos hacerque el Dragón de Mataró fuera malo!" bromea Jordi Xicola, miembro de la Pandilla del Dragón desde su fundación. El pasacalle que se puede ver por las calles del casco antiguo de Mataró representa precisamente este rapto, que se acaba cuando aparece Sant Jordi y entrega la princesa después de derrotar el macho cabrío.

Cada noche del 23 miles de personas siguen las peripecias del Dragón y el resto de la pandilla, convirtiéndolo en un acto realmente masivo. El principal atractivo son los 'Voltafocs', que se ejecutan en las diversas plazas del centro histórico de la ciudad por la cual pasa el pasacalle. Un movimiento único de este acto, ejecutado por decenas de foguers que acaban recreando un tipo de llama con bengalas. Mientras tanto, un narrador explica la leyenda, que llega a todos los asistentes a través de un sistema de megafonía. "La Fogonada tal y como la conocemos se podría remontar al 2003, pero cada año vamos introduciendo novedades", destaca Xicola. También se renueva el equipo que dirige el acto –este 2018 es totalmente nuevo, por ejemplo- con la misma voluntad de dar sorpresas a los asistentes más fieles.

Se creó en 1996, cinco años después del nacimiento del Dragón de Mataró

La Fogonada tiene un aire totalmente festivo, que invita a la participación del público, a tomar partido a favor de Sant Jordi y a tener piedad del Dragón de Mataró hipnotizado por las malas artes del macho cabrío. Una fiesta que estalla con toda su fuerza en el último Voltafoc, el más intenso de todo, a la plaza del Ayuntamiento. "La clave es que todo tenga una continuidad y esté muy coordinado", relatan desde la pandilla. Y al acabar, la misma plaza acoge un concierto, a cargo del grupo mataroní La Coixinera, para alargar la Fiesta más allá de la medianoche a pesar de que, como pasa este año, el día siguiente sea laborable.


Un cuento hecho de miles de cuentos

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La otra cita que hace del Sant Jordi mataroní algo único es el Libro Gigante de Cuentos, que este año celebrará su 42en edición. Desde 1976, cada año se repite el mismo ritual durante la fiesta: decenas de niños traen su cuento escrito porque un ilustrador o ilustradora se los ponga dibujos, en vivo y en directo. Algo mágico para niñas y niños, que ven como la historia que ha surgido de su imaginación toma vida en forma de ilustraciones. A pesar de que se celebra desde 1976, no fue hasta tres años más tarde que tomó la forma que tiene hoy. Lo hizo de la mano de Unión de Cooperadores y la desaparecida librería Robafaves. "La idea era que los ilustradores fueran los protagonistas, pedir que la gente escribiera pero que la fuerza saliera de la ilustración", explicaba el librero Pep Duran a Renacuajo hace dos años, durante la celebración del 40è aniversario del acontecimiento. Una de las gracias del acontecimiento es que siempre se ha pedido la participación de Ilustradores profesionales, cosa que garantiza la calidad del mismo. Cada año todos los cuentos y los dibujos que los acompañan se compilan un libro gigante que crece, edición detrás edición, para ir convirtiéndose en un testigo cada vez más extenso de la capacidad imaginativa de los "renacuajos" más pequeños.

"No nos podemos permitir el lujo de perder un acto que empezó hace tantos años"

El Libro Gigante de Cuentos estuvo a punto de desaparecer. El año 2012, por sorpresa de casi todo el mundo, no figuraba en el programa de actas de la Fiesta mataronina. El desacuerdo económico entre el IMAC y los organizadores, el COPP y Robafaves, hizo que se anulara. Al enterarse, el artista mataroní Santi Clavel hizo una convocatoria a través de las redes sociales para intentar salvar esta edición. Bien pronto se promovió un movimiento ciudadano, a través de Facebook y Twitter que, en tan sólo una semana se organizó para conseguir que el Libro Gigante se acabara celebrando como un año más. Este acto alternativo fue todo un éxito y, desde entonces, la misma comisión ciudadana que lo impulsó seencarga año tras año. "No nos podemos permitir el lujo de perder un acto que empezó en Mataró en 1976 y que, a lo largo de los años, se ha exportado por todas partes", explicaban entonces este grupo de ciudadanos. El Libro Gigante de Cuentos ha sido siempre una muestra de organización ciudadana, de la fuerza de la sociedad mataronina a la vez de promover actas culturales y festivos, algo que se ve claramente cada año por Santas pero que cristaliza mucho más allá de la Fiesta Mayor.

A lo largo de los años la fiesta ha ido cambiando de escenarios y en las últimas ediciones se ha centrado en el Patio del Café Nuevo, con otra novedad reciente: la visita del Dragón y el Dragalió, que acompañan familias e ilustradores para dar vida a todas las fàules que, un año más, se añadirán a la gran historia que es este Libro Gigante mataroní.

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