Comercialmente, la capital del Maresme está apagón. La fuerte crisis y el paro que reduce notablemente el consumo hace que hoy los comerciantes de Mataró no estén viviendo su mejor momento. A pesar de esta situación adversa, todavía surgen iniciativas que demuestran un golpe más que la voluntad y el saber aprovechar sinèrgies pueden proyectar más allá del ámbito de una calle a un comercio con ganas de seguir saliendo adelante. Bienvenida la iniciativa, y gracias a los técnicos de la Unión de Tenderos por la organización, el apoyo y la paciencia para conseguir que la autoestima de un puñado de comerciantes con ganas de hacer ruido haya situado nuestra calle en la primera línea comercial.
Aquello que pensé que no iría en lugar, ha sido hoy una realidad que hemos vivido como una fiesta del comercio local, improvisando y con ilusión, con pocos recursos pero con muchas ganas de estar situados al mapa. Un mapa que seguramente cambiará por nosotros cuando la locomotora comercial llegue a la estación de Can Fàbregas. Dos largos años nos separan de esta realidad. Nuestra calle, aquel que todo el mundo sabe donde es pero que queda un poco lejos de un centro histórico comercial, se puede convertir en el enlace ideal entre la máquina y los vagones. Señores, estamos preparados, hemos superado con creces la prueba de fuego, nos conocemos más que nunca, y hemos sido capaces de mover a miles de visitantes que han disfrutado de nuestros productos y servicios a cielo abierto.
Ahora está en nuestras manos dar continuidad a esta acción comercial, velar porque esta llama no se apague. A superarnos, a saber aglutinar aquellos que no se lo creyeron o no pudieron ser. Hemos creado una nueva marca en una calle antigua, bajo este paraguas podremos compartir inquietudes, crear nuevas ideas y ponerlas en práctica para seguir estimulando nuestros visitantes que a pesar de están sufriendo falta de alegría al bolsillo, han demostrado su agradecimiento, su implicación y nos han dejado ser protagonistas más allá de nuestro escaparate.
Gracias a unos para venir, a los otros para ser, a la meteorología para acompañarnos y a los organizadores por su generosidad. Hoy Santo Benet Comercio es una realidad con una sola finalidad, ayudar a impulsar y proyectar el tejido comercial urbano de una ciudad privilegiada que tendrá un futuro mucho mejor si somos capaces de construirlo entre todos.
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