"Está siendo una buena experiencia puesto que no todos los días se puede trabajar con actrices de la talla de Núria Espert o Rosa Maria Sardà". Paquita de la Hoz, vecina de Mataró, describe así sus sensaciones en relación a su papel como figurando a la obra La casa de Bernarda Alba, que desde finales de Abril y hasta el día 28 de junio, estará en la Sala Pequeña del Teatro Nacional de Cataluña. A la obra, dirigida por Lluís Pasqual, De la Hoz da vida a una de las 30 vecinas que se encargan de consolar el personaje de Bernarda. "El grupo de vecinas decimos frases en forma coral, y cantamos segmentos de la misa de difuntos que acompañan el paso del primero al segundo acto, y del segundo al tercero", dice la actriz mataronina. De la Hoz comenta que el grupo de figurants ensaya aparte, y que por lo tanto no tienen mucho contacto con Núria Espert y Rosa Maria Sardà. De todos modos, la actriz reconoce que ambas "son muy amables y nos tratan con mucha cordialidad".
Paquita de La Hoz, que acumula una trayectoria de 40 años de actuación a la Sala Cabañas, explica que la oportunidad llegó por sorpresa. "Un día recibí un correo electrónico de una amiga donde me informaba que necesitaban figurants al TNC y, aunque al principio no lo vi demasiado claro, presenté mi currículum y finalmente me aceptaron", dice. La casa de Bernarda Alba, subtitulada Drama de mujeres en los pueblos de España, fue escrita en 1936 por el dramaturgo Federico García Lorca, y el paso del tiempo lo ha consolidado como una de las tragedias más extraordinarias que ha dado el teatro español. La obra presenta la figura de Bernarda Alba, una mujer que decide traer el luto más riguroso después de haber enviudat por segunda vez. Sus hijas, víctimas de la rigidez de la madre, se ven encadenadas en la casa familiar. Todo se constituye en un drama rural sobre como los valores sociales y el fanatismo son capaces de sofocar las ansias de libertad y las raíces del deseo.

Sardà y Espert, a la obra dirigida por Pasqual
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