Rosa y Montse Murillo en el casamiento de sábado.
Rosa y Montse Murillo en el casamiento de sábado.

E. Castarnado

Una pareja de mujeres protagonizan el primer casamiento homosexual en Mataró

Las mataronines Montse y Rosa esperan que su enlace, celebrado sábado, dé pie en otros muchos matrimonios entre gays y lesbianas en la ciudad

Cuando se está a punto de cumplir un año de la aprobación de los matrimonios homosexuales al Congreso de los Diputados, Mataró ha celebrado su primer enlace de una pareja del mismo sexo. Las mataronines Montse y Rosa Murillo contrajeron matrimonio el pasado sábado, día 3, en el Ayuntamiento de Mataró. El alcalde, Joan Antoni Baron, fue el encargado de casar las dos primeras novias de la ciudad. “Es un paso muy importante por el colectivo de gays y lesbianas, no sé si daremos pie que otras parejas que encara no se han decidido, se animen”, ha explicado Montse Murillo, que se muestra encantada que su unión sea pionera en Mataró.

Se decidieron a dar este paso el pasado mes de noviembre, y desde entonces todo han sido nervios, preparativos y, sobre todo, mucha ilusión. Después de informarse en el Ayuntamiento sobre el procedimiento que tenían que seguir hasta el matrimonio, las chicas se decantaron para hacer una celebración íntima, con la familia y amigos más cercanos. “Todos nos han apoyado desde el principio, están muy contentos con nuestra decisión y siempre nos han ayudado”, ha dicho Montse Murillo.

Para la cita de sábado Montse escogió un traje de chaqueta en tonos quema, mientras que su pareja, Rosa Murillo, optó por un vestido sin tirantes que combinaba los tonos quema con un original bordado al tronco. Las invitaciones, los obsequios y el reportaje fotográfico fueron a cargo de Abril boda, una empresa mataronina que fue la primera en el país a diseñar invitaciones expresamente por el colectivo homosexual. El casamiento en el Ayuntamiento fue corto y a continuación la pareja se dirigió con el resto de invitados a un restaurante argentoní donde se celebró el convite. Las chicas acabarán de sellar el casamiento con un viaje de boda en Mallorca.

Un feliz reencuentro
La pareja trae un año y medio de relación pero se conocían desde pequeñas por una relación de parentesco: son primas. “Estuvimos dieciséis años sin vernos porque a Rosa fue a vivir en Barcelona y perdimos el contacto, pero cuando nos reencontramos surgió todo”, recuerda Montse Murillo. Ahora, ya felizmente casadas, la pareja agradece la ley que desde junio del 2005 los ha permitido la unión: “Es un adelanto para la sociedad en general y con los años casamientos como el nuestro tendrían que estar ya del todo normalizados y que nadie sesorprendiera”.

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