Lo ríe Agua de Ora, a su paso por Cardona, se dirige hacia Sorba, donde hay la ermita de Santo Miquel. Allá se pueden contemplar las reliquias de Santo Eudald. Siguiendo el borde del río, se encuentra el camino que va a Sant Pere de Graudescaldes, y se encuentra, unos kilómetros más abajo, el molino de Can Guirré, que es el único que todavía funciona en la comarca. Antes de llegar al molino, se deja atrás el monumento levantado en honor a Guifré el Pilós. Al final de la pista, la ermita de Graudescaldes es una de las maravillas del románico catalán.
El Plan de Busa tiene un mirador digno del paseo que se tiene que hacer para llegar a la famosa prisión, una atalaya natural que se utilizó durante la Guerra de la Independencia como prisión natural. Desde arriba, se divisa todo el valle de Ora y el pueblo de Sant Llorenç de Morunys. Dejando Busa, se llega a la iglesia de Santo Sadurní y, algo más allá, al castillo de Besora. Desde fuera, se puede ver la línea del río Cardener y la cordillera del Juncar. Unos kilómetros más abajo, hay una de las criptas románicas más muy conservadas de Cataluña.
En Olius hay la iglesia de Santo Esteve y un cementerio modernista. El pantano de Santo Ponç recoge las aguas del Cardener para distribuirlas por la zona. El siguiente punto de interés se encuentra al complejo de la iglesia-monasterio de Miracle. El altar mayor es uno de los más grandes construidos en Cataluña. Abandonando la iglesia, se vuelve entre pinos en la ciudad de Cardona.

El castillo de Cardona
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