Hoy planteamos un recorrido un chico nostálgico, pero muy interesante, por los chalés modernistas de Camprodon que rompe la imagen de uniformidad arquitectónica del románico a la comarca.
Hay que situarse en Camprodon desde Ripoll, a través de la carretera C-26. A finales del siglo XIX y a comienzos del s. XX muchas familias benestants de Barcelona escogieron como zona de veraneo Camprodon y su valle. Allá empezaron a construirse sus chalés moder-nistes, la mayoría encarados al paseo de Maristany, al final del cual se encuentra la ctra. de Llanars y Setcases.
El paseo Maristany es el núcleo de una zona muy muy organizada urbanísticamente hablando, con zonas en-jardinades y decoración de estilo modernista un poco para todo. Por esta razón vale la pena hacer un paseo por los alrededores y ver casas premodernistes y mo-dernistes, de las cuales destacan canOliveda, can Torrent, el Casal, can Vincke, can Conde, can Cabot, can Mas de Xixàs, can Guasch y can Maristany. Otro edificio a tener en cuenta es el denominado Borde del Ter, que posee una pequeña ermita con claustro incluido, todo ello trasladado desde el pueblo de San Esteban de Gormaz, de la provincia de Soria. También seadosaron otras edificaciones que se utilizaron para alojar importantes colleccions, sobre todo de cerámica. Otro punto de alto interés arquitectónico en Camprodon es el Puente Nuevo, construido entre los siglos XII y XIII y reconstruido casi en su totalidad al siglo XIV. Destaca por su gran arco de piedra, que mira desafiando al Ter, y que está acompañado otros arcos a los lados, más pequeños, para facilitar la doble pendiente. En una de las puntas se erige una imponente torre de defensa. A continuación hay que adentrarse por la calle Valencia, el centro neurálgico de la villa, sobre todo desde el punto de vista comercial. Se tiene que llegar a la plaza de Santa Maria, donde se encuentra la iglesia gótica de Santa Maria, construida el siglo XV.
Otro edificio importante de Camprodon es el monasterio de Sant Pere, situado detrás de la iglesia de Santa Maria. Se considera la construcción más inte-ressant de la villa. Conserva todavía una iglesia románica consagrada del año 1169. Es un templo de planta de cruz latina con cinco àbsis cuadrados, el más grande de los cuales tiene la misma anchura que la nave, mientras que los otros se abren al crucero. Encima del crucero hay una cúpula, de aspecto ortogonal desde la parte exterior, donde descansa un campanario cuadrado de dos pisos.

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