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Anna Massa / lamalla.net

Una visita en Cardona, la ciudad de la sal

La villa de Cardona cuenta con un legado monumental y patrimonial muy valioso. De obligada visita es, sin duda, el conjunto medieval del castillo de Cardona, con la colegiata románica de Santo Vicenç construida entre 1029 y 1040. El castillo, que en la actualidad acoge un paradero nacional, fue construido en 886 por orden de Guifré el Pilós. Es de estilo románico y gótico. Se considera una de las fortalezas medievales más importantes de Cataluña y está situado arriba de un cerro, dominando el valle del Cardener.

El castillo conserva vestigios de los siglos XII y XIII. En el siglo XVII se transformó en una gran fortificación que, en parte, fue destruida el 1714 y reconstruida a finales del siglo XVIII y principios del XIX. Uno de los aspectos que destacan es la Torre de la Muchacha y el Patio ducal. La construcción constituye un excelente compendi que muestra la evolución de las artes militares desde la edad mediana hasta la época contemporánea.

Tanto el Castillo de Cardona como el núcleo medieval se puede visitar de forma guiada. La Fundación Cardona Histórica realiza el servicio de visitas al conjunto monumental, por medio de un acuerdo con el Museo de Historia de Cataluña que es quien gestiona el monumento. Una visita que pretende que el visitante pueda interpretar todo el conjunto y su evolución histórica. Se puede conocer la Torre de la Muchacha, la Col•legiata de Santo Vicenç o los sistemas defensivos. Disparo de los lunes, que no abren, de martes a viernes se puede hacer el recorrido haciendo una reserva previa al teléfono 93 869 24 75 y los fines de semana se programan visitas desde 10.30 a 14.30 h y de 16.00 a 18.00 h.

Para conocer a fondo las singularidades de Cardona existe el Centro Cardona Medieval. Situado en la plaza de la Feria, bajo las vueltas de Aimines, justo ante el Ayuntamiento este centro facilita la interpretación de la villa y su centro histórico, declarado Bien de Interés Cultural. Un amplio repertorio gráfico y audiovisual, explica la génesis y evolución de la villa hasta la construcción de su recinto amurallado, que la protegió durante más de quinientos años. Desde aquí, se ofrecen al visitando actividades diversas, especialmente un itinerario guiado por los espacios y edificios más representativos del centro histórico, que culmina con la visita al templo parroquial de Santo Miquel y su magnífica nave gótica.

La visita pero no sería completa sin adentrarse en el Parque Cultural de la Montaña de Sal, a las antiguas instal•lacions de la Mina Nieves, una de las explotaciones de sales potàssiques más importantes de Europa hasta el año 1990. La geología, la mineralogía, la botánica y la historia, tienen en este recinto un punto de encuentro en el contexto de la explotación que el hombre ha hecho de este mineral, la sal, desde el Neolítico hasta la explotación industrial. Los visitantes son trasladados además de 80 metros de profundidad en vehículos especiales para admirar, en 500 metros de galería, las espectaculares estalactitas y estalagmitas.

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