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Ramon Radó

Unas 13.000 personas visitan Salón Boda, que se plantea un nuevo crecimiento

La Unión de Tenderos reclama un equipamiento adecuado al Ayuntamiento de cara a próximas ediciones.

La Unión de Tenderos está satisfecha con el desarrollo del Salón Boda este fin de semana. Tanto, que de cara al año próximo ya se plantean un crecimiento para ganar en espacio. “El resultado de este año es motivo suficiente para plantearnos un nuevo crecimiento de cara al año próximo”, cree Josep Filbà, secretario general de la Unión de Tenderos.

En esta edición, feria ha superado en número de expositores de ediciones anteriores y ha llegado a los 72. En cuanto a la cantidad de visitantes, el mal tiempo de este fin de semana ha perjudicado sensiblemente las expectativas de los organizadores, que se situaban en 15.000 visitantes. Finalmente, cerca de 13.000 personas han visitado el espacio ferial situado en el Nuevo Parque Central, una cifra ligeramente inferior a la del año pasado.

Josep Filbà, pero, relativitza la importancia de la cantidad de visitantes: “por nosotros que venga cuánta más gente mejor no es lo más importante; si lo fuera, no haríamos pagar entrada. Queremos que venga la gente que le interesa, por eso el dato importante es el volumen de ventas”. A pesar de que este dato todavía no se conoce, el secretario general de la Unión de Tenderos, remarca que el 90% de los expositores ya ha pedido repetir en la próxima edición a través de una encuesta que la organización realiza el último día del certamen.

Un nuevo espacio
La única pega queencuentra la organización es el espacio. “Ya hace años que decimos con la boca pequeña que no estamos contentos con el Parque como espacio para el Salón Boda”, dice Filbà, que cree que un pabellón estable de carácter permanente permitiría sacar más rendimiento tanto a esta feria como otros acontecimientos que tienen lugar en la ciudad.

“Se habla mucho de equipamientos deportivos y de equipamientos culturales, pero con un único equipamiento adecuado que sirviera para ferias, convenciones o cenas multitudinarias la ciudadganaría mucho”, opina Filbà, que considera que “es una lástima que una ciudad como Mataró tenga que trabajar en estas condiciones; tenemos que insistir porque el gobierno municipal se ponga las pilas, puesto que otras ciudades menos importantes que la nuestra yatienen”.

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