Unas 200 personas ‘hacen piña’ con l’alcalde antes de que declare al juzgado

Unas doscientas personas hicieron "piña" miércoles 24 alrededor del alcalde, Joan Antoni Baron, para mostrarle su apoyo antes de su declaración ante el juez por su imputación en el asunto de Can Fàbregas. El acto, organizado por la Plataforma Baron, consistió en una serie de pequeños discurso con un elemento común: dar ánimos al alcalde y mostrarle el convencimiento que "todo irá bien". Baron, visiblemente emocionado, siguió las intervenciones acompañado por el regidor de Urbanismo, Ramon Bassas, también imputado y citado a declarar. El acto fue conduit por el presidente de la Plataforma Baron, Pere Vilaseca, que le aseguró al alcalde que "no irás solo a los juzgados sino con toda la ciudad". Vilaseca, así como también el resto de las personas que intervinieron, destacó la "calidad humana" de Baron así como su dedicación y su "exigencia" para conseguir más progreso y bienestar por la ciudad. Algunos de los discurso aprovecharon la afición del alcalde por los castillos e hicieron un símil evidente: en momentos como el actual hay que "hacer piña" porque el castillo no tambalee.

Entre los asistentes, que ocuparon todas las sillas pero que no acabaron de llenar el Casal Nueva Alianza, sevieron miembros de la plataforma, algunos de los actuales regidores socialistas y también exregidors, técnicos del Ayuntamiento y representantes de varias entidades sociales, culturales y deportivas. Además de los parlamentos previstos, entre los cualeshubo los del artista Eugenia Mugnani, el presidente del Juventud Hanbol Mataró Josep Nonell, José Antoni Ciller del Colectivo Epma y los fotógrafos Joan Safont y Janusz Szpakowski, algunos de los ciudadanos individuales presentes también quisieron intervenir, de manera improvisada, para mostrar su apoyo y dar ánimos al alcalde.

Baron no escondió su emoción ni cuando escuchaba las intervenciones ni cuando él mismo tomó el micrófono para agradecer este acto de "confianza mutua y lealtad". El alcalde admitió que la situación es "complicada" y que los días "no son fáciles" ante las "incertidumbres" sobre la resolución de todo el asunto. No obstante, se mostró convencido de haber hecho "las cosas de forma correcta" y por eso, ante el juez sólo habrá que "explicar la verdad". "No tenemos nada a esconder", añadió Baron, que quiso huir del discurso político para hablar a nivel más personal. En este sentido, explicó que el día que "deje el despacho del alcalde para no volver" y recupere "la condición de ciudadano de pie", confía en poder reinvindicar "el derecho a la felicidad" y el derecho "a continuar siendo vuestro amigo".

Cita al juzgado
Tanto el alcalde Baron como el regidor Ramon Bassas, están citados a declarar este viernes, día 26, al enjuiciado número 3 de Mataró, por el asunto de Can Fàbregas. Baron, Bassas y la letrada del servicio de Urbanismo del Ayuntamiento están imputados por dos presuntos delitos contra el patrimonio histórico y contra la ordenación del territorio por el desmontaje y traslado de la nave catalogada de Can Fàbregas y de Caralt. El juez admitió el 14 de enero pasado la querella presentada por el fiscal provincial por el desmontaje de la nave e imputó el alcalde, el regidor de Urbanismo y la letrada del servicio. Además, el juez también dictó medidas cautelares para paralizar las obras de desmontaje y traslado de la nave, el solar de la cual tiene que acoger el futuro Corte Inglés, y prohibir la destrucción de los elementos del subsuelo del edificio. El Ayuntamiento recorrió la admisión a trámite de la querella del fiscal, contra las inculpaciones de Baron, Bassas y letrada y contra las medidas cautelares adoptadas por el juez, recursos que no fueron aceptados. Además, el juez no admitió la petición de adelanto de las declaraciones de los imputados, tal y cómo habían pedido con el objetivo de intentar aclarar los hechos el más bien posible.

Por otro lado, las obras de desmontaje y traslado continúan paradas en cumplimiento de las medidas cautelares dictadas por el juez, a pesar de que tan sólo quedaba para desmontar y trasladar un trozo de la base de la chimenea. El subsuelo está cubierto de arena para evitar que se malogre