Desde hace un año aproximadamente la Ponencia de Hacienda ha sido estudiando las posibilidades de tratamiento informático de una buena parte de la Administración Municipal, especialmente aquella que hace referencia a los aspectos económicos y financieros. Era el 6 de octubre de 1980 y el entonces regidor de Hacienda Manel Mas lo tenía claro: hacía falta con urgencia informatizar el ayuntamiento, poseyendo el personal técnico adecuado y, evidentemente, las máquinas adecuadas. El escrito del que sería alcalde de la ciudad dejaba entender la necesidad de seguir un proceso innovador. El regidor Manel Mas y el alcalde Majó apoyaron a un proceso que se desarrollaba en un contexto tecnológico árido y desconocido, explica el entonces ninguno del Departamento de Estadística Municipal, Josep Molsosa, que ha sido trabajando intensamente en los últimos meses para recopilar información del nacimiento de la criatura, hace veinte-y.cinco años.
Dedo y hecho. Tres días después Crónica de Mataró publicaba el anuncio de la convocatoria de la plaza de técnico de organización e informática, que acabaría recayendo en Pep Molsosa. Después de informes técnicos y gestiones del gobierno, en poco menos de cuatro meses el pleno municipal aprobaba contratar a la empresa Secoinsa un equipo 40/1 en régimen de alquiler, por lo tanto, de pruebas-, además de un paquete de programas Sigma.
Así, el día de Sant Jordi del 1981, el ordenador entraba al ayuntamiento. La computadora empezaba a funcionar a la cabeza de dos semanas. El mundo digital había entrado al consistorio mataroní. Estaremos controlados, ironizaba Manuel Cusachs en El Maresme. El ayuntamiento ahora se compra un cerebro electrónico de los que ha visto a las películas y nos explica que será tan práctico y que dará datos muy interesantes. [...] De todas maneras, regidores ilusionados, si tan seriamente os tomáis el invento y el día que necesitáis algún dato sobre mí se os estropea el cerebro electrónico, os dejo mi número de teléfono y yo mismo os daré la información, decía Manuel Cuyàs con un punto de incredulidad y crítica.
Sea como fuere, el cerebro electrónico, gordo como dos neveras de ahora, se fue implantando y su presencia empezó a ser habitual. El regidor Manel Mas recuerda perfectamente aquellos días: Nos encontrábamos que todo se hacía a mano y en el mercado había herramientas mucho más rápidas y económicas. Al principio fue una revolución y al mismo tiempo una locura.
Cómo no, el ordenador y las grabadoras pronto empezaron a sacar humo. Además de Molsosa, el equipo humano se completó con Maria Bosch, Jordi Grau y Xavier Esquerra. Y es que una suela computadora daba mucho trabajo a un buen puñado de gente, como cuando el junio del 1981 se tuvieron que echar 750 metros de cable para hacer la demostración del aparato a la Feria del Parque Central. Todo era laborioso, y las notificaciones hacían ir de bòlit la impresora. Echar 35.000 notificaciones suponía entre 25 y 30 horas de trabajo y muchas noches el equipo no paraba. Poniéndolas una última la otra se podría haber hecho un caminet de ocho kilómetros!, recuerda Molsosa.
El primer padrón informático
La primera prueba de fuego llegó al inicio del 1982, cuando el ayuntamiento puso en marcha la campaña Estás bien empadronado?. Más de cinco mil personas incluso en Cascarilla- se acercaron a las dependencias del ayuntamiento para ver su nombre a la pantalla del nuevo inquilino del consistorio y verificar su empadronamiento. Por otro lado, las campañas de sensibilización se intensificaron, también por los mismos funcionarios. De una manera muy sencilla podéis redactar el texto que quered a cualquiera pantalla y enviar la información a la persona o personas que deseáis, expresaba una comunicación del departamento de informática al resto de departamentos municipales.
El objetivo, según Pep Molsosa, era que la ciudadanía empezara a confiar en las nuevas herramientas: Definimos las estrategias posibles y trajimos un proceso con gran rigor y transparencia, evitando soluciones fáciles o conservadoras. Hacía falta que la ciudadanía confiara en esta herramienta y que los datos que se daban eran confidenciales.
El ordenador, un compañero' más
No es ningún secreto que los ordenadores han seguido una trayectoria fulgurante y, hoy en día, forman parte de la vida diaria de cada ciudadano. Cómo no, también de la burocracia municipal. Este año es el Servicio de Sistemas de Información y Telecomunicaciones el responsable de la informática del ayuntamiento de Mataró, a través de sus cuatro secciones. Un total de catorce personas se hacen cargo de los seiscientos ordenadores personales que utilizan los diferentes trabajadores municipales. Conectados a través de una red corporativa pueden hacer uso de todas las herramientas y servicios que el Ayuntamiento ha habilitado. Además, hay también disponibles cien terminales de acceso público a internet.
Así, a lo largo de los años la maquinaria municipal ha ido creciendo con la utilización del software libre y conectando los edificios importantes del ayuntamiento a la red de fibra óptica. La importante mejora que ha supuesto la implantación de la informática en la gestión y eficiencia de los procesos internos de trabajo ha sido muy importante. Hemos reducido tiempo, papel y hemos mejorado en todos los sentidos, se destaca desde el Servicio de Sistemas de Información y Telecomunicaciones.
Pero, si en la vida cotidiana la informática ya ofrece escenas curiosas, a gran escala no todo son flores y violas. Es el caso de la noche del 14 de diciembre del 2001, cuando se había programado una parada de sistemas para hacer la actualización al euro. Aquella noche el personal del Ayuntamiento y de las dos emprendidas proveedoras estaban convocados a trabajar conjuntamente, en una jornada que se preveía ardua. Por culpa de las nevadas que se produjeron en todo el país, muchos de los trabajadores procedentes en algunos casos de Sabadell y Terrassa- se tuvieron que quedar en la Casa Grande mataronina. Después de una noche de trabajo, noticias y móviles, y aunque fuera de madrugada, pudieron volver a casa.
Con todo, incidentes e historias anecdóticas a banda, el Ayuntamiento de Mataró cabalga hacia la implantación llena y decidida de la informática a todos niveles. La adaptación exigente en los nuevos programas y la voluntad de eficiencia y eficacia siguen siendo los objetivos principales. No sólo de cara al ciudadano, puesto que, como recuerda el experto en gestión pública Shel Holtz, a menudo las organizaciones invierten montañas de dinero en comunicación externa, mientras que la comunicación entre los trabajadores es inexistente.
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Aspecto del primer ordenador que adquirió el Ayuntamiento.
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