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La vida y la muerte desde una espiritualidad sin dogmas

Cabré Junqueras nos habla de "Desalmados", el libro del periodista mataroní Quim Barnola con el que plantea una serie de reflexiones necesarias sobre si los humanos transcendemos o no

¿Qué queda de la espiritualidad en una sociedad que corre, compra y olvida? Esta es una de las grandes preguntas que se plantea el periodista mataronense Quim Barnola en su último libro Desalmados, una obra valiente que explora la crisis del sentido a través de una mirada humanista, filosófica y profundamente personal. “¿Somos solo materia, o hay algo más?”, se pregunta Barnola, iniciando un recorrido que rehúye respuestas fáciles para abrir espacios de reflexión.

Lejos del dogma religioso, Desalmados aborda la pérdida de la conexión espiritual con el mundo, con los demás y con uno mismo. “Vivimos en una sociedad que ha convertido la fe en un producto de supermercado, vacía de profundidad”, afirma el autor. Y en contraposición, defiende la necesidad de una espiritualidad más consciente, arraigada en la búsqueda de sentido, la curiosidad intelectual y la apertura emocional.

Barnola escribe desde el agnosticismo, pero no desde el escepticismo estéril. “Me interesa entender cómo científicos formados en el método cartesiano, como el padre del genoma humano, pueden creer en Dios. O por qué en hospitales como el Clínic o el Ramón y Cajal estudian experiencias de muerte clínica que apuntan a una conciencia no local. Me pregunto si esto tiene relación con la física cuántica. Es una curiosidad honesta.”

Desalmados, un llibre recomanat
Desalmados, un libro recomendado


La obra no da respuestas absolutas, pero invita a hacerse preguntas. A lo largo del libro, Barnola recurre a una amplia bibliografía filosófica y científica y entrevista a varios referentes para profundizar en este vacío existencial que atraviesa nuestras sociedades. “Hay una crisis espiritual clara. Quiero entender de dónde viene y si realmente somos seres trascendentes.”

Desalmados es, en definitiva, una invitación a pensar. A detenernos un momento en medio del ruido y escuchar qué hay bajo la piel de nuestra cotidianidad. “Cada cual que saque su propia conclusión. Yo seré feliz compartiendo vuestros puntos de vista”, dice Barnola, dejando claro que este libro no quiere convencer, sino provocar, mover, despertar. Una reflexión necesaria en tiempos de ruido y vacío.

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