La vigilancia del edificio del Ayuntamiento irá a cargo, a partir de este 2020, de vigilantes de seguridad privados. Esta tarea la realizaban hasta ahora agentes de la Policía Local, pero el consistorio ha decidido probar esta nueva fórmula. El objetivo es poder destinar la mayoría de policías locales a tareas de calle vinculadas a la seguridad y el civismo, y encargar a otro tipo de personal aquellos trabajos que no estén vinculadas directamente a estos ámbitos.
Una de estas tareas es la vigilancia de la Casa Grande. El Ayuntamiento destinará 84.000 euros a un contrato de un año prorrogable, que se empezará a implementar este 2020. Hay que recordar que las políticas de seguridad vivirán durante este 2020 un importante aumento del gasto municipal, puesto que se incrementa en 1,92 millones de euros respecto al 2019.