Pep Sala, como decía una canción de Sau que ayer cantó a Privado, va "pasando hojas al calendario". Sigue haciendo música y disfrutando del favor de un público que no forman precisamente niñas de quince años, sino seguramente aquellas que tenían quince años a la época de Sau y que ahora se han hecho grandes. Privado presentaba ayer, por ejemplo, una buena entrada y esto que la exSau pasó por esta sala el Sant Jordi pasado. Y que además, ni es un sexsymbol ni canta especialmente bien, como él mismo reconoce.
Cuál es el secreto, pues? Sus canciones. Salatiene la mano rota. Cierto es que en algunos momentos uno tiene la sensación que todo ello es una "única canción" que se repite infinitamente, pero también lo es que consigue emocionar con cada una de ellas. Ayer, además, lo hizo con muchos pocos elementos -el concierto era acústico-, cosa que tiene más mérito, porque sólo tocada a pelo es cuando se comprueba si una canción es buena o no.
El de ayer era el último concierto de la primera parte de la gira acústica, que seguirá después de Nadal. Y con motivo de esto Sala anunció un repertorio especial, con canciones poco habituales, a pesar de que también tocara piezas de su último trabajo, Crítica de la razón pura. Se refería a temas como el que va composar por el telefilm Laia, el regalo de aniversario y con la cual curiosamente recibió los primeros aplausos de verdad de la noche. Pero también a piezas de Sau como Porcentajes, Tiempos díficils o Los mejores años.
El osonenc abrió el concierto solo al piano con los citados Tiempos díficils y Corazón de lanoche , mientras el público restaba en un silencio sepulcral. Después apareció el guitarrista Josep Lluís Pérez y finalmente Jordi Gas al bajo y Valen Nieto a la otra guitarra. Nada más. Sonaron canciones de la Banda del Bar -el proyecto paralelo a Sau que tuvo hasta la muerte de Carles Sabater- y sobre todo temas de sus últimos tres discos en solitario -Amor Enmohecido, Si no fuera por tú...-. Y todavía alguna versión como el Helplessly Hoping de Crosby, Stills & Nash.
El público, bastante frío, no se animó un poco hasta muy entrado al concierto, pero lo hizo más gracias a las bromas que Sala hizo sobre el accidente de Rajoy y Aguirre que a las propias canciones. Una pena.
"Tarde o temprano todo se acaba", canta Sala en otra canción. Su carrera de momento parece que no. Pero, sea como fuere, viernes el exSau demostró que no hay nada como vivir del pasado. Porque, a estas alturas de la película, acabar el concierto con el Loco por tú de la mítica banda es vivir del pasado. Las cosas como sean. Sus fans más fans lo admitían a la salida.
Viernes día 2. Sala Privado. Pep Sala (acústico).
Escucha un fragmento de 'Amor Enmohecido'
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