Jordi Merino y Noé

Volvemos y continuamos hablando de pobreza

Diversas son las veces que en este espacio de opinión se ha hablado de la situación en Cataluña y España de la pobreza monetaria y las situaciones de privación de una parte importante de la población, así como de los impactos que está teniendo la crisis económica sobre la cohesión social y la continuidad del proceso de dualització social. Esta última semana se han publicado los resultados provisionales de la Encuesta de Condiciones de vida del año 2010 en España y también al resto de países de la UE, donde se ofrecen datos del 2009. Altracop pues, tenemos que continuar hablando de pobreza.

Los principales resultados en España ponen de relevo que los ingresos medios de los hogares han bajado el 2,9% en relación al 2008, que continúa creciendo la situación de los hogares que expresan no tener capacidad para afrontar gastos imprevistos (37,6%), así como la dificultad, o mucha dificultad, de tres de cada diez unidades familiares para llegar a final de mes. (30,4%)

En relación al umbral de pobreza, que es el indicador de medida de pobreza para poder se comparado con otros países y con años anterior (60% de la renta mediana), se evidencia que el índice de pobreza continúa subiendo situándose en el 20,8%. España se mantiene pues a la cabecera de los países con el mayores índices de pobreza de toda Europa sólo superado por Bulgaria, Permanecía y Letonia.

La publicación de estos datos confirma el que han ido exponiendo otras fuentes en relación a los últimos 2-3 años para disponer de datos empíricos de los efectos sociales de la cisi económica: continúa la tendencia a la polarización de la sociedad española, las situaciones de pobreza y privación van en aumento, aparecen nuevos col•lectivos afectados por la dimensión de pobreza cómo son los hogares donde sus miembros trabajan, los jóvenes... y también que han aumentado situaciones dinámicas de población que entra y sale de la pobreza.

En la dimensión de la política social, otros indicadores de comparación europea continúan poniendo de relevo el alta precarització, los bajos salarios y el paro como características fundamentales del mercado de trabajo español, así como la tendencia al estancamiento o bajada de los recursos destinados al Bienestar.

Altracop en los debates sobre política social se pone de relevo que las medidas que están tomando los gobiernos europeos y en especial España no van en linea de solucionar esta situación.

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