Wikileaks confirma la intención de Baron de girar hacia la Sociovergència

Antes de que Baron no cerrara la puerta a un posible pacto con CiU puesto-electoral durante el tradicional encuentro con la prensa, y antes de que Joan Mora mostrara su supuesta sorpresa ante las palabras del alcalde, todo esto ya estaba hablado. Un informe redactado el 2 de diciembre de 2010 en un despacho confidencial del edificio de la Ringlera y destapado por Wikileaks decía así: "la situación ha cambiado sustancialmente; el parlamentoes la primera muestra y Ferran Mascarell la siguiente. Esto Baron lo ha entendido perfectamente y cree que un viraje de la socialdemocràcia hacia la economía de mercado es la primera piedra para convertir la ciudad en el motor del país". El texto lo firma el hombre de confianza del cónsul norteamericano en Cataluña, y está dirigido a las altas esferas de los Estados Unidos, huérfanos de un verdadero centro de negocios en territorio catalán.

En el cable pasado por Wikileaks se recalca el hecho que ambos líderes políticos, Baron y Mora, se han sido viendo el primer sábado de cada mes desde el julio pasado para intentar ligar el futuro gobierno que saldrá de las elecciones municipales del próximo mayo. "Ni socialistas ni nacionalistas quieren hacerse con el IMAC, por el que es más que probable que intenten hacer un fichaje independiente como el de Toni Guirao para sacarse la patata caliente de sobre", matiza el informe enviado a la embajada, en el que también se explica el reparto de concejalías: 60% por el PSC y las restantes por CiU, que eso sí, habrá "de hacerse cargo de Vía Pública y Urbanismo".

El informe concluye que el camino de la sociovergència es "la única vía real" por la estabilidad de Cataluña a ojos de los EE.UU., muy interesados al crear puentes económicos pero recelosos hasta el momento debido a una fórmula, la del tripartito, que no los convencía dentro de sus ideales políticos. En un anexo del cable 146148 se confirma, también, la voluntad de la Casa Blanca de instalar una empresa ficticia en el edificio terciario de la Ringlera, para vigilar de bien cerca que Baron y Mora hagan prevalecer por encima de su relación personal los intereses de la ciudad. Y del país.