Capgròs
Compartir una cuenta bancaria entre padres e hijos es una práctica bastante habitual en muchas familias, sobre todo cuando los jóvenes aún no tienen plena autonomía económica. Esta fórmula facilita la gestión de gastos comunes y el acceso a fondos en momentos puntuales, pero desde la Agencia Tributaria alertan que, bajo ciertas circunstancias, esta costumbre puede conllevar graves problemas fiscales. Hacienda puede considerar que ciertos movimientos en cuentas compartidas son donaciones encubiertas, hecho que puede derivar en multas de entre el 50% y el 150% del importe no declarado.
Las entidades bancarias están obligadas a informar a la Agencia Tributaria sobre movimientos sospechosos o inusuales, y la normativa fiscal vigente establece que cualquier transmisión patrimonial que no se haya declarado correctamente puede ser objeto de una inspección. Según la Ley del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, se considera donación cualquier transferencia de dinero en la que el patrimonio de una persona disminuye al mismo tiempo que aumenta el de otra sin contraprestación.
Esto implica que, aunque tanto el padre como el hijo sean cotitulares de la cuenta, si el progenitor ingresa dinero y el hijo los utiliza libremente sin ningún acuerdo formal ni declaración, Hacienda puede interpretar que se ha realizado una donación no declarada. En estos casos, hay que presentar el modelo 651 ante la comunidad autónoma correspondiente para evitar sanciones.
Las consecuencias de no cumplir con esta obligación pueden ser muy graves. Aparte del impuesto que se debe, se pueden aplicar multas que van del 50% hasta el 150% del importe defraudado, además de intereses de demora. Por ejemplo, si un hijo utiliza 6.000 euros de una cuenta compartida sin justificación, la sanción podría llegar a los 3.000 euros, además del importe del impuesto.
Es importante destacar que el problema no es tener una cuenta compartida, que es una práctica legal y muy útil en muchos casos, sino el uso que se hace de los fondos y la falta de declaración cuando se producen estas transmisiones patrimoniales.
Para evitar problemas con Hacienda, los expertos recomiendan algunas alternativas para ayudar económicamente a los hijos:
- Formalizar préstamos familiares: Si el dinero se debe devolver, es imprescindible firmar un contrato de préstamo con condiciones claras, incluso si es sin intereses.
- Declarar las donaciones: Cuando se trata de ayudas que no se van a devolver, hay que declararlas correctamente para evitar sanciones.
- Realizar transferencias periódicas de pequeñas cantidades, que generan menos sospechas que movimientos puntuales grandes.
También es muy importante conservar toda la documentación que justifique los movimientos de la cuenta compartida, como contratos, justificantes o declaraciones, para estar preparados ante una posible inspección.
Así pues, compartir una cuenta bancaria con los hijos puede ser muy práctico, pero hay que hacerlo con responsabilidad y conociendo las implicaciones fiscales para evitar sorpresas desagradables con Hacienda.
Fuente: www.segre.com
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