La fiesta de Todos Santos volverá este año a los cementerios con menos restricciones que el año pasado y esto se traduce también en una recuperación de las ventas de crisantemos. El comportamiento del mercado, pero, es desigual. Mientras los productores de planta recuperan ya prácticamente la "normalidad" prepandèmica y prevén inclús un ligero aumento de las ventas, la flor cortada se ha estancado. La crisis de la covid-19 ha impactado con más bastante este subsector y las producciones han bajado. El alta demanda y la carencia de oferta ha acabado desembocando en un aumento de precios. Con todo, el sector prevé un buen cierre de año gracias a una muy buena primavera y a unas altas expectativas en las últimas campañas del año, Todos Santos y Nadal.
"Este año va bien", exclama Ramon Estrado, productor de flor cortada del Mercado de Flor y Planta Ornamental de Cataluña. En su sector, de hecho, hay "más demanda que oferta" porque la incertidumbre generada por la pandemia durante los primeros meses del año llevaron los productores a plantar menos que otros años. "Se ha plantado menos en todas partes", concluye
Un encarecimiento importante
Las ventas, además, no solo están aseguradas sino que la carencia de producto hace que los precios se hayan encarecido un 20 % este año. "Si todos los gastos se incrementan y se planta menos, esto repercute en el precio", se justifica Estrado. Las ventas de crisantemos se están concentrando esta semana, con encargos de última hora.

Flores preparadas al Mercado de la Flor y la Planta de Vilassar
El sector de la planta, en cambio, ya afirma haber recuperado la normalidad de antes de la pandemia, con cifras de producción y ventas iguales o, en algunos casos, ligeramente superiores. "Hemos hecho incluso algo más", asegura Montse Campanario, productora de planta del Mercado de Flor y Planta Ornamental. "Este año ha ido muy bien y estamos muy contentos", asegura
Un muy buen año por el sector
Los dos coinciden en que el 2021 ha sido uno muy buen año para el sector y que la recuperación total, después de un nefasto 2020, dependerá de si se mantiene la tendencia el próximo año. "Ojalá tuviéramos cada año una primavera cómo esta", afirma Montse Campanario.
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