Capgròs
El reciente apagón eléctrico que afectó a todo el país ha sacudido muchas conciencias. Durante horas, miles de hogares se quedaron sin luz ni posibilidad de usar cajeros o pagar con tarjeta. En medio del caos, algunos espacios mantuvieron la normalidad gracias a sistemas propios de suministro, como hospitales o emisoras de radio con generadores propios. Esto ha despertado un interés generalizado por adquirir generadores eléctricos domésticos. Pero, ¿realmente es una buena idea?
Según expertos en ingeniería, los generadores pueden ser útiles en casos puntuales, especialmente cuando hay necesidades críticas como respiradores o equipos médicos domésticos. No obstante, su uso en el hogar conlleva riesgos importantes. Estos dispositivos funcionan con gasolina o gasóleo y producen monóxido de carbono, un gas altamente tóxico si no se ventila adecuadamente. Durante el apagón, el SEM atendió al menos a 21 personas por intoxicaciones por este motivo.
Además, los generadores no son baratos —los más básicos comienzan alrededor de los 300 euros— y requieren un conocimiento mínimo para su uso seguro. Por ello, muchos especialistas desaconsejan instalarlos en viviendas, sobre todo en pisos, donde el espacio y la ventilación suelen ser limitados.
Las alternativas más recomendables pasan por soluciones basadas en baterías. Una de ellas son los Sistemas de Alimentación Ininterrumpida (SAI), dispositivos que se conectan a los aparatos esenciales y mantienen el suministro durante cortes breves de luz. Otra opción, más avanzada, son las baterías vinculadas a placas solares. Estas acumulan energía sobrante y permiten seguir funcionando durante horas, como por ejemplo para mantener la iluminación, la nevera o la conexión a internet.
También existen soluciones para quienes no tienen instalaciones solares. Los llamados power tanks son baterías portátiles que se pueden cargar con la red eléctrica y mantener en reserva. Estos dispositivos, similares a los que utilizan las motos eléctricas compartidas, pueden proporcionar hasta 10-12 horas de autonomía energética para usos básicos. Eso sí, requieren instalación profesional y asesoramiento para garantizar su correcto y seguro funcionamiento.
Repensar nuestra relación con la energía
En definitiva, más que ver a los generadores como la solución universal, el apagón debería servir como llamada de atención para repensar nuestra relación con la energía. Como apunta Raúl Rodríguez, de Fegicat, la crisis ha hecho que la sociedad hable de energía como nunca antes. Y eso, según él, “es una oportunidad” para que los consumidores dejen de ser pasivos y se conviertan en agentes activos en la transición energética.
Fuente: naciodigital.cat
Las noticias más importantes de Mataró y el Maresme, en tu WhatsApp
- ¡Recibe las noticias destacadas en tu móvil y no te pierdas ninguna novedad!
- Entra en este enlace, haz clic en seguir y activa la campanita
Comentarios