'Diferentes pero iguales', cómo potenciar la diversidad de los equipos a las empresas

La FAGEM impulsa la campaña 'Diferentes pero iguales', un proyecto de su Área de Igualdad donde se quieren fomentar las buenas prácticas porque la empresariat del territorio adopte una cultura diversa y pro igualdad, evitando así discriminaciones por cuestiones de sexo, raza, orientación sexual o cualquier otra condición. El proyecto tiene como principal objetivo visibilitzar ejemplos de cómo equipos humanos varios y plurales aportan un plus competitivo, sobre todo siempre que haya igualdad de condiciones.

La diversidad permite multiplicar la creatividad e innovación de las personas, con el valor añadido que suponen sus experiencias y habilidades diversas. En cambio, las actitudes discriminatorias son un obstáculo evidente para gestionar esta diversidad.

Estos son seis casos de trabajadores que la FAGEM ha entrevistado y que muestran beneficios de la diversidad dentro de las empresas.

El desconocimiento de las realidades no binarias

• Por Eni Soriano, docente a la UAB y en la UOC

"El desconocimiento de las realidades no binarias comporta una escasa empatía en el día a día y reticencia a hacer cambios para no reconocer nuestra identidad, cómo el uso de nuestro nombre sentido o pronombre cuando es neutro; a las empresas hay que impulsar formaciones, sobre todo en el directivo, para tomar conciencia sobre la diversidad sexual, afectiva, de género... y las dificultades asociadas. Muchos no son conscientes de los privilegios que tienen por el hecho de ser normativos; en este sentido, falta más pedagogía. Los compañeros necesitan ofrecer más respeto y empatía, puesto que incluir la diversidad supone salir de la zona de confort y afrontar que, a veces, participamos de discursos excluyentes. Hay que ver la diversidad cómo una oportunidad y sobre todo, una obligación ética y moral hacia el resto de colectivos".

Las dificultades de encontrar trabajo por las personas con renta garantizada

• Anna Caballé, comerciante

"La gente que se encuentra en riesgo de exclusión social, cómo puede pasar con los que tienen la renta garantizada, tenemos sobre todo ganas para volver a trabajar y sentirnos realizados a nivel personal y profesional; creo que las empresas tendrían que hacer programas cómo los que se hacen en el Centro de Formación y Prevención para asegurar la inserción laboral de todo el mundo. Hay que hacer ver que todos somos iguales y que solo queremos trabajar; por suerte, las sociedad va cambiando a mejor, pero todavía queda una parte que piensa que quién recibimos una ayuda somos personas que no queremos trabajar".

Los trastornos de salud mental en el trabajo

• Miquel Saldón

"Tener un diagnóstico de salud mental limita las ofertas a las que se pueden acceder; no poder conducir, por ejemplo, provoca que descartes si el transporte es limitado. A los compañeros de trabajo a veces esto los cuesta de entender tus limitaciones, y a las entrevistas de trabajo te puedes encontrar de todo, des quién te lo posa muy fácil hasta que otros ya sabes que no te cogerán por el tipo de preguntas. Nuestra presencia en el mundo laboral mejoraría con una manera más amable de decir las cosas, tener respeto y ofrecer las mismas oportunidades es un primer paso para conseguirlo. Entre los compañeros de trabajo, creo que la empatía y entender las limitaciones de tu compañero es imprescindible. Posarse en la piel de la otra; y por eso falta pedagogía dentro de las empresas".

Crear espacios seguros para todas las orientaciones sexuales

• Xevi Noya, librero y vicepresidente de la Asociación Mataró LGTBI+

"Buena parte del colectivo LGTBI+ vuelve al armario cuando está en el puesto de trabajo para evitar chistes, comentarios... Cuando trabajaba a los almacenes de la librería La Central opté para no mostrarme como gay para evitar incomodidades. Estás muchas horas al trabajo, y tener que estar escondiendo nuestra identidad es frustrante y cansado. Creo que los procesos de selección tienen que ser espacios amables para todo el mundo: las estadísticas dicen que un 80 % del colectivo LGTBI+ esconde su orientación porque no saben si es un espacio seguro. En personas trans la cosa es mucho peor. Por mí, es básico que las empresas creen espacios de trabajos libres de machismo y homofobia, con planes de formación en diversidad y con pedagogía, que es básica para tener una sociedad más tolerante. A los compañeros de trabajo hay que pedirle que no tengan miedo de cuestionarse los valores, que piensen antes de hacer una broma y que si nos acercamos con empatía, nos entenderemos mejor y se podrán enriquecer".

El papel de las empresas para hacer entender la realidad trans

• Andrea Fuertes, peixatera a Mataró

"A pesar de que compañeros y mayoría de clientas me tratan sin problema y me respetan con mi identidad, hay clientes, que por poco que sean siempre son demasiados, que cuándo sienten mi tono de voz cambian al masculino y que, inclús a sabiendas de la historia, me tratan como hombre; es frustrante. Las personas trans tendrían que vivir procesos de selección a las empresas mucho más neutras, puesto que el que tiene que prevalecer es los conocimientos, méritos, no si eres hombre, mujer, trans o el que sea. Para gestionar mejor la diversidad a las empresas, creo que falta mucha trabajo y pedagogía, y esto empieza en las escuelas, cuando somos pequeños. No se trata solo de respetar, sino también luchar por aquellos con los que pasas gran parte de tu tiempo y, cuando un cliente se dirige a tú con un género que no corresponde, que ellos también los rectifiquen. No escogemos ser cómo somos, tenemos que normalizar esta realidad y acabar con los juicios previos. Es un primer paso para apoyar y ayudar en todos los ámbitos, cómo el del trabajo.

Hay que conocer qué es la discapacidad intelectual y dejar atrás los prejuicios

• Carla Martínez, limpiadora a la Residencia Laia de Mataró

"A veces, en algunos trabajos me ha costado más la relación con los compañeros y compañeras que el trabajo en sí. En algunos momentos he notado que me tratan diferentes, y cómo que tengo ciertas dificultades al trabajo no quieren que haga algunas tareas o no están cómodas. Si tomo la iniciativa, no lo tienen demasiado en cuenta y si en algún caso me exigen más del que puedo hacer y tengo dificultades, lo paso mal. Creo que en los procesos de selección hay omlts prejuicios, que si eres discapacitado no sabrás hacer el trabajo. Seguramente hace falta que las empresas tengan más información del que es la discapacidad intelectual, entender las dificultades que podemos tener pero sobre todo, valorar qué sabemos hacer. Falta escucharnos más. A los compañeros de trabajo, se los pediría más paciencia y comprensión, con ayuda podemos aprender y tener autonomía; por todo esto falta pedagogía de muy pequeños, al Instituto es donde más noté la discriminación. Hacen falta más charlas sobre diversidad y más educación en igualdad, diversidad y respeto".