El Agente de los Mossos d'Esquadra infiltrado durante seis meses a la supuesta célula gihadista desarticulada en 2015 en Terrassa en la operación 'Caronte' ha dado detalles este martes durante el juicio a la Audiencia Nacional sobre la supuesta xivatada policial por parte de la policía española en este caso. Según ha apuntado, Según ha apuntado "llegaron dos musulmanes de Mataró" y los dijeron que "los habían dicho que la policía los estaba siguiendo y que en tres semanas podían acabar detenidos". Este hecho, según ha añadido, hizo que el grupo se dejara de encontrar durante algunos días, a pesar de que retomó los contactos más adelante.
Los Mossos d'Esquadra presentaron una denuncia donde acusaban dos agentes de la policía española de haber advertido la célula desarticulada que la policía catalana los estaba siguiendo. La Audiencia Nacional archivó la denuncia –siguiendo el criterio de la Fiscalía- y, a pesar de reconocer que había existido esta "xivatada", sostenía que la investigación de los hechos "no había resultado perjudicada por la actuación de personas ajenas al procedimiento. En el documento de la fiscalía se apuntaba que "no se había incrementado el riesgo de ejecución de acciones terroristas, ni se había producido ningún riesgo para la integridad física del funcionario policial (agente encubierto) que interviene a la causa, el cual ha hecho hasta el final sus funciones de investigación".
Los Mozos acusaron dos agentes de la Policía Nacional de haber advertido la célula desarticulada que la policía catalana los estaba siguiendo
El Mozo infiltrado también ha explicado durante el juicio que el líder del grupo, el converso Antonio Sáez –alías Alí el peluquero- ya había identificado una persona a la que pretendía secuestrar y decapitar ante una cámara, emulando las ejecuciones del Estado Islámico. "Nos dijo quesería capaz, que tiene a la persona, que sabe donde trabaja, donde vive y dónde viven sus padres" y la quería "secuestrar, ponerle el mono naranja, en una habitación oscura, grabarla en vídeo para subirlo a youtube, y decapitarla al estilo del Estado Islámico". Sus declaraciones casan con el de un exmembre de la célula que ha declarado como testigo protegido y que ha apuntado que dejó el grupo porque "querían hacer la gihad en España".
Intentaban fabricar explosivos
Durante su declaración, el Mozo infiltrado ha explicado que Alí 'el peluquero' había intentado fabricar explosivos y "estaba de acuerdo con la petición de Estado Islámico de ir a Siria a combatir o hacer daño en la tierra de cada cual", así como de "hacer decapitaciones y justificar acciones" del Estado Islámico. La Fiscalía asegura que entre los planes de la célulahabía lo de secuestrar una persona, vestirla de naranja y degollarla ante cámara. La operación policial –liderada por los Mossos d'Esquadra- para desarticular la célula acabó con once detenidos (uno de ellos menor), nuevo de los cuales están en prisión preventiva.
Según Fiscalía, el grupo quería atentar en el Estado y había hecho fotos en edificios como el Parlamento, la comisaría de Mozos de la plaza de España o el Hotel Artes de Barcelona
El grupo se hacía decir 'Fraternidad Islámica para la Predicación de la Jihad' y, según la fiscalía, tenía como finalidad adoctrinar y enviar jóvenes en Siria e Iraq. Quería atentar en el Estado y había hecho fotos en edificios como el Parlamento, la comisaría de Mozos de la plaza de España o el Hotel Artes de Barcelona. También planeaba secuestrar una directora de una entidad financiera para financiar la compra de explosivos y armas. La fiscalía pide penas que van entre 7 y 19 años de prisión. El juicio se alargará hasta marzo. Los Mossos d'Esquadra desarticularon la célula el marzo de 2015, en una operación bautizada con el nombre de 'Caronte'. Tenía estructura piramidal y los investigadores consideran que en lo alto de la organizaciónhabía Lahcen Z., Rida H y Antonio S.M. Este último, conocido como 'Alí el peluquero', un ciudadano de Sabadell de nacionalidad española convertido al islam.
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