El Ayuntamiento ha iniciado un expediente de clausura de la actividad de la cervesera The Drunk Monk, situada al número 30 de la Vía Europa, puesto que el establecimiento no dispone del aislamiento sonoro adecuado. Los vecinos que viven a los pisos de sobre de la cervecería habían denunciado reiteradamente las molestias que los provocaba la música y el ruido desde el marzo pasado, tanto a la policía local como el Ayuntamiento. «Parece que tengamos la música dentro el piso», explica Joaquina López, una de las vecinas afectadas.
El servicio de licencias efectuó una primera inspección el 7 de abril y ya detectó que el local que funcionaba como bar musical a pesar de disponer sólo de licencia de bar no estaba muy insonorizado, por lo cual se le pidió al propietario que hiciera las obras de mejora pertinentes. El propietario de The Drunk Monk, Sven Van de Vyver, asegura que hizo las obras en junio y que las pruebas de sonido que había hecho posteriormente demuestran que el nivel de decibelios a su local está por debajo del que permite la normativa. Aún así, en una inspección del 18 de septiembre, los técnicos municipales detectaron discrepancias en cuanto al ruido, y además confirmaron que se estaba usando una parte del local sin licencia. Por eso se ha abierto el expediente de clausura. El propietario dispone de diez días para presentar alegaciones.

Fachada de la taberna
Comentarios