La pesadilla de unos nuevos ocupas en un bloque donde solo viven mujeres de edad avanzada

Justo en el Centro de Mataró, en la esquina de la Riera y la calle de Argentona hay un bloque que resume buena parte de las casuísticas que bien a menudo coinciden en los casos de ocupaciones. En el bloque de pisos de sobre el antiguo churrero solo hay 4 de los 20 inmuebles alquilados, todos por mujeres de más de 60 años. Es propiedad de Caixabank desde la absorción de Bankia y a pesar de las medidas antiocupación cómo puertas y barreras, hace días que han entrado unos ocupantes y que otros intentan hacer lo mismo. Las arrendatarias se exclaman de la situación: "estamos del todo superadas, la situación nos afecta mucho", dice Ana Maria.

Este bloque de pisos tiene cada vez menos personas viviendo desde que hace años Bankia empezó a no renovar los alquileres que había. quedan cuatro vecinas, literalmente. Una, dos, tres y cuatro. Todas mayores de 60 años y con contratos de alquiler de renta antigua. La entidad bancaria ha mantenido la política de no renovar alquileres y, según las vecinas que todavía viven, se ha desentendido del mantenimiento y el estado de la comunidad, en un caso de posible mobbing immobiliario. A este hecho se han añadido los intentos de ocupación que ha habido, más de cinco el último años. Intentos, algunos, de consumados. Otros que se han podido evitar.

"En el primer piso hay desde hace más de un año unos ocupas con los que hemos acabado haciendo buena entente y buena convivencia", explica la Ana Maria. muy diferente es convivir con los protagonistas de la última semana cuando se ha procedido a la ocupación de uno de los pisos del cuarto piso y los Mozos han hecho hasta cuatro intervenciones en tres días, la mayoría de ellas por intentos de nuevas ocupaciones. La situación de los últimos días y horas genera angustia a las mujeres que viven a la escala, a sus familias y a los ocupas del primer piso, que temen que se vayan ocupando el resto de pisos que el banco mantiene cerrados con medidas de seguridad que se han revelado insuficientes.. Martes, día 2, los Mozos ya se desplazaron al inmueble por una pelea a la escala.

Desde el ático al cuarto, por el balcón

Los nuevos ocupas, de perfil más conflictivo, entraron al piso que han ocupado al cuarto del bloque domingo a mediodía. Ana Maria subió a extender ropa a la azotea alrededor de la una y cuándo al cabo de dos horas fue a recoger la colada ya habían echado a perder la puerta, haciendo saltar la serradura. "Fue muy rápido y avisamos. Pero cuando vinieron los Mossos la ocupación ya estaba hecha y además tienen una criatura. La policía se dijo que sin permiso judicial, la ocupación se consideraba como consumada y no había nada a hacer", relata la vecina. Los ocupantes pasaron del ático al cuarto y desmontaron la puerta anti-ocupaciones desde dentro. Los ocupas que hace un año que viven en el primero ayudaron Ana Maria a recuperar la ropa extendida.

Hasta en tres ocasiones más, los siguientes dos días, los Mossos han hecho acto de presencia al bloque. En primer lugar para evitar una segunda ocupación lunes por la mañana. "Venían a ocupar dos pisos más, entrando desde los balcons también, pero se estuvo a tiempo". Esto se repitió otro golpe lunes por la tarde. Martes, la llegada de los agentes fue en motivo de una pelea a la escala. "La situación nos está perjudicando mucho. Estamos superadas y agobiadas. No podemos ni entrar a la propia azotea y estamos sufriendo por si hay más ocupaciones. Ni siquiera podemos cerrar la puerta de la calle porque nos han hecho saltar la cerradura", explica la vecina.

Las cuatro arrendatarias se cansaron de pedir mejoras a la antigua Bankia cuando el bloque empezó a quedar vacío. Ahora esperan que Caixabank mueva ficha porque el bloque no acontezca un polo de conflictividad. De momento la nueva propiedad no se ha manifestado al respecto.