Capgròs
Las fiestas mayores del Maresme viven un verano especialmente tenso y conflictivo. El último episodio se ha registrado este fin de semana en Alella, donde la Policía Local y los Mossos d'Esquadra han detenido a cinco personas tras varias peleas y enfrentamientos violentos durante dos noches consecutivas. Tal como ha adelantado El Caso, los incidentes tuvieron lugar en la plaza del Hort de la Rectoria y la rambla de Ángel Guimerá, coincidiendo con la celebración de las fiestas del municipio.
La madrugada del sábado al domingo, sobre la una, varias llamadas de alerta avisaron de una pelea entre jóvenes. Cuando las patrullas de la Policía Local y las unidades ARRO de los Mossos llegaron, fueron recibidas con lanzamientos de objetos. A pesar de la tensión y la respuesta violenta de algunos de los implicados, ningún agente resultó herido. En total, se han producido cinco detenciones en dos noches consecutivas: tres personas arrestadas esta pasada madrugada y dos más la noche anterior, en enfrentamientos que implicaron a dos grupos de jóvenes.
- Los detenidos han sido acusados de delitos de desórdenes públicos y atentado contra agentes de la autoridad.
- Los hechos han generado inquietud entre los vecinos y han obligado a desplegar un dispositivo policial ampliado para evitar nuevos disturbios durante los próximos días de fiesta.
Los casos de Llavaneres y Mataró
El caso de Alella no es aislado. Se suma a una serie de disturbios que se han producido en otras fiestas mayores de la comarca durante este mes de julio, dibujando un patrón que preocupa especialmente de cara al grueso de celebraciones previsto para agosto. En Mataró, la noche del 27 de julio terminó con tres detenidos después de que un grupo de personas se negara a abandonar el Parc Central al final del Baile de Fiesta Mayor de Les Santes, mientras esperaban las Matinades. Los Mossos d'Esquadra y la Policía Local fueron increpados y atacados con objetos cuando, según la versión policial, seguían el protocolo habitual para la limpieza del espacio. Además de las detenciones, ocho personas fueron denunciadas por desobediencia y resistencia a la autoridad.
Unos días antes, la madrugada del 19 de julio, Llavaneres también vivió escenas de violencia en la Noche Joven de la Fiesta Mayor de La Minerva. Los disturbios tuvieron lugar en los alrededores de Ca l'Alfaro e implicaron a jóvenes de otros municipios. Tres agentes de los Mossos resultaron heridos y tres personas fueron detenidas. Además, un establecimiento fue sancionado por vender alcohol a menores, lo que ha provocado la reacción del Ayuntamiento, que ha reiterado su política de “tolerancia cero” ante estas conductas.
La repetición de estos hechos en tres municipios en menos de tres semanas enciende las alarmas entre las autoridades locales y policiales. La concentración de fiestas mayores durante el mes de agosto en el Maresme hace prever un aumento de los dispositivos de seguridad y una vigilancia más estricta para evitar que los disturbios se repitan. Los alcaldes y los cuerpos de seguridad insisten en la necesidad de reforzar la coordinación, actuar con contundencia contra las actitudes violentas y garantizar que las celebraciones puedan desarrollarse en un ambiente de convivencia y respeto.
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