El importante despliegue de la Guardia Civil ayer martes a Mataró se mantiene bajo un secretismo absoluto. El cuerpo policial sigue sin facilitar ningún tipo de información alrededor del operativo, que implicó la entrada a dos inmuebles por parte de decenas de agentes y que generó una gran expectación vecinal. Desde la Guardia Civil se justifica este silencio y secretismo por el hecho que cualquier información que se pudiera dar al respeto podría ir en contra en contra de la investigación policial. La orden del cuerpo es el de silencio absoluto hasta que no se finalice todo el operativo, puesto que este parece que sigue en marcha.
Decenas de agentes de la Guardia Civil registraron ayer dos inmuebles de Mataró. Hacia las siete y media de la mañana accedieron a una vivienda de la calle Sant Ramon, a la esquina con la calle Media Mejilla. La operación sorprendió los vecinos del entorno, tanto por la hora cómo por la cantidad de efectivos que se van emprar.
Según relatan los residentes de la zona, la entrada al piso fue casi de película, con una veintena de agentes armados y saltando por los tejados y los patios interiores de las casas colindants al piso que querían registrar. Parece, en todo caso, que no se habría producido ninguna detención, a pesar de que no hay información oficial al respeto. El mismo martes por la mañana los agentes entraron a un local de la Calle Sant Cugat, en el barrio de Pla d'en Boet. Después de varias horas de registro, hacia el mediodía salieron cargando cajas llenas de documentación.

Retirada de documentación del local de la calle Sant Cugat. Foto: Mataró Segura
Varias fuentes apuntaron que podría tratarse de una operación contra el narcotráfico, una de las competencias de la Guardia Civil y que ha motivado operativos similares a Mataró, cómo el del otoño pasado al barrio de Cereza. Este extremo, sin embargo, no ha sido confirmado por el cuerpo policial debido al secretismo que mantiene en el entorno de la operación.
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