La huelga de letrados de justicia sigue alterando el normal funcionamiento de la justicia. Y ya hace semanas que es así. La medida de presión ahora ha hecho suspender un macrojudici contra una banda acusada de casi un centenar de robos en casas de alto nivel adquisitivo en comarcas cómo lo Maresme.
L'Audiencia de Girona ha suspendido el macrojudici que tiene que sentar al banquillo de los acusados nuevo supuestos integrantes del grupo criminal que habría perpetrado 98 robos entre julio del 2017 y el junio del 2018. Estaba previsto que el juicio empezara ayer y se alargara hasta el 31 de marzo. Lunes, el tribunal decidió aplazar un día el inicio de las sesiones a la espera de la negociación entre el comité de huelga de los letrados de la administración de justicia y el Ministerio. Acabó sin acuerdo. Esto, ha obligado a suspender definitivamente el juicio y habrá que buscar una nueva fecha en la agenda, así como volver a citar las partes, las víctimas, los testigos, los investigadores, los peritos y los acusados, que afrontan penas de hasta 12 años y medio de prisión.
Grupo criminal
Según el escrito de acusación del fiscal Víctor Pillado, el julio del 2017 uno de los acusados, actuando como líder, creó un entramado criminal especializado en robos a casas. El supuesto grupo criminal actuó prácticamente un año, hasta que los Mossos d'Esquadra desplegaron un operativo para desarticular la banda el junio del 2018. La fiscalía acusa nueve personas de haber cometido 98 robos durante este tiempo.
"El entramado se diseñó con un reparto perfecto de funciones, de tal manera que algunos de ellos se encargaban de las tareas de transporte desde Barcelona, donde todos ellos residían, hasta lugares próximos a los domicilios que preveían asaltar durante la jornada", expone el fiscal que añade que otros miembro de la banda se encargaban de perpetrar los robos.Todas las viviendas objetivo del grupo criminal tenían un "elemento característico primordial": "Tenían que umbral con zona bosques o zona verde que permitieran tanto la entrada cómo la salida del inmueble de manera segura y sin ser vistos". Un golpe en las casas, los ladrones solían forzar puertas o ventanas utilizando herramientas "tipos destornillador de dimensiones importantes".
Cuando conseguían entrar a los domicilios, la banda recogía sobre todo joyas, dinero en efectivo y aparatos electrónicos. "Posteriormente, el acusado encargado de las funciones de transporte tenía que recoger el resto de los acusados para trasladarlos, de nuevo, en su punto de origen donde residían". La acusación pública añade que todos los acusados se repartían el botín.
Después de cometer los robos, dejaban los enseres utilizados para forzar los accesos en las casas y la ropa que llevaban en escondrijos y, en paralelo, venían los objetos robados tanto al país cómo "fuera de nuestras fronteras".
El fiscal los acusa de delitos de pertenencia a grupo criminal, robo con fuerza en casa habitada continuado y allanamiento de morada en concurso medial con un delito menos grave de hurto continuado. Solicita penas que van desde los 4 años y medio de prisión hasta los 12 años y medio para los procesados que cuentan con una agravante de reincidencia.[banner-AMP_5]
El objetivo principal de los ladrones fueron casas de las comarcas gerundenses, a poblaciones cómo Sant Feliu de Guíxols, Playa de Aro, Arbúcies, Sant Hilari Sacalm, Olot, Les Preses o Navata. También actuaron, pero, en municipios del Vallès Oriental y Occidental, el Bages, el Maresme, el Baix Llobregat y el Berguedano.
Según el escrito de acusación, los ladrones llegaron a cometer seis robos en un solo día y en uno de las viviendas se llevaron hasta 70.000 euros en efectivo o joyas valoradas en cerca de los 15.000 euros.[banner-AMP_6]